Desarticulado un grupo criminal que robaba en camiones con la connivencia de los conductores

La Guardia Civil de Navarra ha desarticulado una organización criminal dedicada al robo de ropa en el interior de camiones, según informa Europa Press. Han sido detenidas cuatro personas, una investigada y dos más se encuentran en búsqueda y captura acusadas de, al menos, nueve robos en el interior camiones de mercancías, generalmente ropa de una empresa española a su paso por Tudela.Los robos se produjeron principalmente en dos camiones que realizan la ruta de Zaragoza a Francia y que estaban llegando a sus destinos con menos ropa de la indicada en los albaranesLa investigación comenzó tras varias denuncias entre el 24 de septiembre y el 10 de noviembre de 2021 por la sustracción de mercancías en el interior de semirremolques, principalmente en dos camiones que realizan la ruta de Zaragoza a Francia y que estaban llegando a sus destinos con menos ropa de la indicada en los albaranes.Tras meses de investigaciones, se constató que los hechos fueron cometidos por un grupo organizado formado siete personas: cuatro de ellos eran conductores de los camiones, los cuales actuaban en connivencia y estaban plenamente involucrados en la sustracción de las mercancías que ellos mismos transportaban, explica la Guardia Civil en una nota de prensa.La otra parte del grupo y se encargaba del transporte de los efectos sustraídos y su posible venta con posterioridad, además un tercer componente se encargaba del alquiler de las furgonetas para comer los robos.Para llevar a cabo los robos, los conductores de los camiones realizaban una parada no prevista en su ruta, en una rotonda ubicada al final del Polígono Industrial la Serna de la localidad de Tudela (Navarra).En ese punto los conductores junto con otras personas accedían al semirremolque, forzaban o manipulaban los precintos instalados, sustraían las mercancías contenidas en su interior y cargaban directamente en una furgoneta que había alquilado otro miembro del grupo.Una vez que habían finalizado el traspaso de la mercancía, el camión emprendía de nuevo el viaje siguiendo la ruta prevista. El conductor de la furgoneta, acompañado de otro miembro que circulaba con antelación en un turismo ejerciendo funciones de vehículo lanzadera, viajaba hasta la localidad de Parla (Madrid), donde almacenaban la mercancía sustraída y desde donde posteriormente realizaban la distribución o venta.