La plataforma de pago Eurowag pone en valor sus soluciones antifraude contra el robo o pérdida de las tarjetas de combustible. La empresa denuncia que el robo y el fraude por clonación son cada vez más comunes debido al aumento del precio del gasóleo. "Si hace un año se utilizaba una tarjeta robada para llenar un camión con 1.000 litros, el gasto sería de unos 750 euros; hoy en día puede llegar a 1.500 euros", asegura.

El Fuel Guard de Eurowag, explica la propia marca, ofrece "una mayor seguridad a la hora de repostar sin riesgo en caso de pérdida o robo de la tarjeta, y es la única solución del mercado que garantiza este nivel de seguridad". Este sistema funciona con la llamada geofencing (geovalla): "Cuando el conductor intenta repostar el vehículo con la tarjeta de combustible Eurowag, si la ubicación del vehículo no coincide con el lugar donde se está realizando el pago, el repostaje se cancela, y no será posible repostar el vehículo con la tarjeta".