Hace poco más de un mes publicábamos la intención de Kamaz de comercializar su K5 a propulsado por GNL en Europa. Hoy la noticia es bien distinta. El gigante ruso comenzará a ensamblar los vehículos K5, a partir de enero, sin la participación de socios extranjeros.

Los camiones se producirán en lotes más pequeños, pero la empresa no tiene previsto abandonar esta línea de vehículos, en cuyo desarrollo se ha invertido mucho tiempo y dinero.

Según las palabras de Sergey Kogogin, director general de Kamaz, los clientes corporativos siguen haciendo pedidos además de la cooperación con los socios de los países de la CEI (Comunidad de Estados Independientes), entre los que destacó a Kazajstán, Uzbekistán y Turkmenistán.

"Los mayores riesgos están en las compras, pero cambiaremos a vehículos sencillos". "Tenemos una idea clara de lo que vamos a hacer a continuación. Lo principal es que no estamos desconcertados ni abatidos. Para los empleados, es importante que la planta siga trabajando sin paradas. Hay pedidos. Por supuesto, habrá dificultades, pero todo se puede resolver. La empresa sabe trabajar en condiciones difíciles", resumió el máximo responsable de la marca tras su visita a la planta de ensamblaje del K5.