Más concretamente desde la terminal ferroviaria de Wentloog, a las afueras de Cardiff, hasta el centro de distribución de Tesco en Magor (Gales), en colaboración con la empresa de logística y transporte internacional FSEW.

Estos dos primeros vehículos, dos DAF CF eléctricos, realizarán los casi 105.000 kilómetros de carretera que hasta la fecha se llevaban a cabo con camiones propulsados por motores diésel, evitando la generación de 87,4 toneladas de CO2 al año.

Para llevar a cabo este servicio, FSEW ha instalado puntos de carga en sus instalaciones del sur de Gales que proporcionarán la energía necesaria para recorrer 160 kilómetros antes de tener que volver a cargarlos. El trayecto entre Wentloog y Magor, de unos 50 kilómetros de ida y vuelta, es un lugar ideal para comprender el potencial y la autonomía de estos camiones para su uso en todo el Reino Unido y en otros lugares de la flota de Tesco.

El gigante británico, que ya empleaba furgonetas eléctricas para el reparto a domicilio, pretende conseguir cero emisiones netas en sus propias operaciones para 2035, mientras que FSEW sustituirá más de 40 vehículos diésel por alternativas bajas en carbono y cambiará a operaciones de transporte de cero emisiones en toda la flota para 2025.