No pocas veces se confunde comodidad con ergonomía, y a la hora de conducir un vehículo hay que dar prioridad al segundo de estos términos. Aunque bien es cierto que un puesto de conducción ergonómico no tiene que renunciar a ser cómodo, no todas las posiciones cómodas son ergonómicas. Veamos a continuación qué elementos influyen a la hora de conseguir ese puesto de conducción perfecto que aúne comodidad y eficacia.

Asiento

Al margen de las cualidades de la tapicería y del material de relleno empleado (algunos fabricantes ya emplean espumas viscoeslásticas de gran calidad), hay que prestar atención a los siguientes reglajes y elementos:

• Desplazamiento longitudinal del asiento.
• Desplazamiento longitudinal del cojín del asiento: la finalidad es adaptar “la pala” de éste a la longitud de la pierna del conductor).
• Reglaje en altura del asiento: permite ajustar la altura del tronco para tener un plano de visión óptimo.
• inclinación del cojín del asiento: con el fin de adaptar la presión que recibe en la zona de los bíceps femorales.
• Inclinación del respaldo: es un clásico pero no por ello deja de tener su importancia.
• Regulación apoyo lumbar: dependiendo de la mayor o menor "lordosis" del conductor en su columna lumbar, y de lo delicada que tenga la espalda, un buen apoyo lumbar será decisivo para que las horas de conducción no pasen factura después de una jornada de trabajo.
• Reglajes a nivel lumbo-dorsal: los asientos más evolucionados disponen de sendos cojines de aire a ambos lados de la zona dorsal que “abrazan” al conductor con el fin de lograr una mayor estabilidad en su posición.
• Sujección lateral del cojín: En vehículos destinados especialmente al reparto en los que las entradas y salidas son frecuentes no es habitual (ni práctico) contar con este tipo de asientos más envolventes, Sin embargo en trabajos en los que el conductor debe pasar gran parte de su jornada al volante, refuerza significativamente su posición.
• Reposabrazos: como en el caso anterior, en el reparto más urbano se prescinde de estos elementos por (principalmente el izquierdo) porque dificultan el trasiego más que ayudan, pero son necesarios para mantener una perfecta posición de conducción durante largas horas al volante. En algunos casos el izquierdo se sustituye por un buen apoyo hecho al efecto en el guarnecido de la puerta, pero son muy pocos los vehículos que han conseguido hacerlo con éxito, y solo vale para determinadas complexiones.

Volante

Aunque no es muy habitual en furgonetas, un volante ideal debería disponer de tres ejes de ajuste y algunos aspectos más:

• Regulación en inclinación de la columna de la dirección: hoy en día es raro el vehículo que no dispone de este reglaje, el más “primitivo” de todos.
• Regulación en profundidad: especialmente valorado por aquellos conductores que se desmarcan de la media por tener una gran envergadura, o todo lo contrario, unos brazos relativamente cortos respecto a su estatura.
• Regulación en inclinación del propio volante sobre su eje. Este reglaje permite situar el volante de manera más horizontal (como en los camiones) o más vertical (como en los coches de rally).
• Multifunción: Los volantes multifunción mejoran la ergonomía del conductor al poner a disposición de éste algunas funciones sin necesidad de apartar las manos del volante y la vista de la carretera.

Otros aspectos

Hemos ajustado el asiento y el volante perfectamente, pero hay otros tres elementos que influyen directa o indirectamente en la ergonomía:

• Unos buenos retrovisores laterales son fundamentales en estos vehículos que generalmente no cuentan con el interior, aunque algún fabricante está empezando a introducirlos virtuales y de gran calidad visual. Con unos espejos mal ajustados el conductor se verá forzado a llevar a cabo ademanes tan incómodos como inseguros.
• Separación, tamaño y altura de los pedales: al margen de que en algunos casos “nazcan” del piso del vehículo y en otros estén “colgados”, los pedales adquieren más importancia de la que a primera vista puede parecer. Algunos fabricantes se caracterizan por “igualar” los pedales de acelerador y freno en forma y altura, frente a otros que potencian esta diferenciación. También es importante la separación entre ellos, y el espacio disponible entre el del acelerador y la zona inferior del guarnecido de la consola central, pues las personas con una horma de zapato muy ancha pueden encontrar dificultades.
• Ubicación de la palanca de cambios: cada vez son más las furgonetas que disponen de cambios automatizados eficientes, y de las que cuentan con cambio manual, la palanca se integra mayoritariamente en el propio salpicadero, pero el acceso a la misma varía significativamente de unos modelos a otros.