El 1 de marzo de 2021 entrará en vigor el Direct Vision Standard (DVS), un nuevo estándar de visión directa que será de obligado cumplimiento para todos los vehículos de mercancías de más de 12 toneladas, vehículos extranjeros incluidos, que quieran entrar en la capital británica. 

A partir del 1 de marzo los vehículos que no dispongan de este permiso serán sancionados con multas de unos 600 euros para la empresa y 150 para el conductor del vehículo. La norma estará en vigor las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana. 

Para la obtención del permiso especial el vehículo deberá cumplir con un mínimo de exigencias de visión directa. Esta valoración la proporcionará el fabricante y se basará en cómo sale el vehículo de la línea de producción sin tener en cuenta los sistemas de seguridad que se instalen después. Las empresas que no cumplan con los requisitos mínimos se verán, por lo tanto, obligados a instalar dispositivos adicionales de visión indirecta en sus vehículos.