El plan de Gobierno para implantar el pago por uso en las carreteras españolas ha quedado ya absolutamente destapado tras el transparente planteamiento realizado en los últimos días tanto por la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, como por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

Este planteamiento, que no deja lugar a dudas sobre las verdaderas intenciones del Ejecutivo en relación con la financiación del mantenimiento de las carreteras en plena fase de liberación de autopistas de peaje (desde el 1 de septiembre los conductores ya no tienen que pagar ni en la AP-2 ni en la AP-7 entre Tarragona y La Junquera), ha provocado la elaboración de un documento por parte de la Confederación Española de Transporte de Mercancías que condensa los motivos del sector del transporte de mercancías por carretera para oponerse al nuevo escenario, que podría entrar en vigor en 2024.

SIETE RAZONES CONTRA EL PAGO POR USO

1.- El sector del transporte contribuye a las arcas del Estado con más de 19.000 millones de euros anuales.

2.- Efecto negativo para la economía: supondrá el encarecimiento del precio de los productos y dificultará la exportación, lastrando la producción y el consumo.

3.- Se incrementará la circulación en carreteras secundarias y, en consecuencia, aumentará la siniestralidad.

4.- En julio de 2020 el Mitma se comprometió con el CNTC a no aprobar el pago por uso si no llega a un consenso con el sector.

5.- Ante la premisa de que el que contamina paga: el transporte sólo supone el 5% de la contaminación (datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente).

6.- La medida responde a intereses particulares de concesiones y constructoras.

7.- Sin transporte no hay suministro: el 85% de las mercancías se mueven en camión.