A finales de este año, España empezará a aplicar el sistema europeo para medir el riesgo de los operadores de transporte, que clasifica a las empresas del sector en tres franjas: verde, ámbar o roja-. Las empresas con una clasificación de alto riesgo -la roja- serán objeto de controles más estrictos y frecuentes. El Ministerio de Transportes ha confirmado a las asociaciones de transportistas que será a finales de 2024 cuando se ponga en marcha este Reglamento europeo que establece una fórmula común en toda la Unión Europea para calcular la clasificación de riesgos, según ha explicado Fenadismer, una de las asociaciones interlocutoras del Ministerio.

El Reglamente establece un método que tendrá en cuenta el histórico de las infracciones que una empresa de transporte ha cometido en materia de seguridad vial, de condiciones de trabajo y protección social de los conductores, así como de competencia leal entre empresas. También tendrá en cuenta si estas infracciones han sido graves o leves. Se puede consultar la totalidad de la fórmula para clasificar los riesgos globales en este enlace al Reglamento.

Tras aplicar esta fórmula se obtiene un coeficiente que permite dividir a las empresas en tres franjas por colores: de cero a 100 puntos se sitúan los operadores de bajo riesgo (franja verde); de 101 a 200 puntos los de riesgo medio (franja ámbar); y con más de 201 puntos se les clasificará como operadores de alto riesgo (franja roja). El Reglamento también contempla una franja gris para aquellas empresas a las que no se han realizado controles.

El objetivo de este sistema es contribuir a la armonización de las prácticas de control en toda la Unión, garantizando que todos los conductores y empresas de transporte reciban el mismo trato en lo que respecta a los controles y las sanciones con arreglo a las normas de la Unión aplicables. En función del coeficiente de riesgo que cada empresa transportista posea, permitirá hacer una inspección mas selectiva sobre las empresas que tengan un mayor índice de riesgo.