Los fabricantes de camiones y automóviles europeos piden a Bruselas "repensar el marco regulatorio" de la descarbonización en el transporte: "certeza para poder planificar a largo plazo, un ritmo de regulación más razonable y alternativas viables para las tecnologías alternativas". Es una de las cinco recomendaciones que ha publicado la asociación de fabricantes ACEA en un manifiesto dirigido a los legisladores europeos de cara a las próximas elecciones comunitarias, en junio de este año.
La patronal europea de fabricantes cree que el marco legislativo debe ir "más allá de un enfoque centrado en acumular regulaciones y, en su lugar, desarrollar una estrategia". ACEA hace mucho hincapié en la importancia de la industria y del transporte de mercancías: "La movilidad es clave para la creación de riqueza y no debe ponerse en peligro: debe ser asequible y accesible para todos los ciudadanos y empresas europeos". En este sentido, cree que es hora de "volver a poner la estrategia industrial firmemente en la agenda".
ACEA muestra su preocupación porque el marco regulatorio perjudique a los fabricantes europeos frente a los chinos o estadounidenses. Así, el tercero de los puntos propuestos dice: "Permanezca en la carrera: asegúrese de que podamos ser competitivos a nivel mundial. Garantizar la igualdad de condiciones para los vehículos europeos fabricados de forma sostenible defendiendo normas de libre comercio justas y garantizando el acceso a suministros críticos. Así como hacer de Europa un lugar atractivo para fabricar y trabajar".
Elecciones cruciales
En la nota de prensa donde ACEA da a conocer su manifiesto, también explica por qué los fabricantes han tenido la necesidad de redactarlo en año electoral: "En el período previo a las cruciales elecciones europeas de junio, industrias de diversos orígenes están revelando sus manifiestos con la esperanza de despertar el interés de los nuevos legisladores europeos. La colaboración con la próxima generación de líderes de Europa nunca ha sido más importante para abordar desafíos compartidos, ya que ellos controlan tanto la pluma como el dinero que definirá la dirección estratégica de la UE en las próximas décadas".
