La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo ha exigido a la Unión Europea acabar urgentemente con la inseguridad que sufren los transportistas en las áreas de descanso. Así lo ha expresado la presidenta de esta comisión, la popular Dolors Montsettar, tras finalizar este jueves una misión de investigación en Francia en la que miembros de la Eurocámara han podido constatar por ellos mismos la peligrosidad de estas áreas.

Desde este lunes, una misión liderada por Montserrat ha visitado diversas zonas de descanso, tanto seguras como áreas que no garantizan la protección de los transportistas, comprobando la escasez de las primeras, un problema que no es exclusivo de Francia, sino de toda la Unión Europea. La portavoz ha ofrecido datos que refuerzan estas demandas: Faltan 100.000 plazas de descanso en toda la UE y, de las actuales, solo un 5% del total son seguras.

Además, como ejemplos de situaciones a las que se enfrentan los camioneros europeos, Montserrat ha enumerado “el robo de los propios vehículos, de la mercancía o incluso de combustible, a menudo con violencia, así como el peligro de verse implicados en el tráfico de personas al ser objeto, sin saberlo, de polizones en sus vehículos”.

Así, Montserrat ha reclamado áreas de descanso seguras en toda la UE y luchar contra las mafias y los delincuentes que operan en la ruta transeuropea de carreteras: “Al imponer obligaciones de descansos forzosos debemos garantizar infraestructuras seguras en las que se vigile la propia seguridad de los transportistas, que sufren actualmente agresiones y robos”.

 Homenaje al conductor asesinado

Han visitado también el área de descanso donde fue asesinado Mihai Spataru, un joven camionero rumano afincado en España que viajaba con su esposa cuando unos ladrones le acuchillaron, un caso “impactante” para los miembros de la delegación. 

En esta área de descanso, los eurodiputados, junto a los ciudadanos que han denunciado esta situación en el Parlamento, han rendido un homenaje a este trabajador asesinado, cuya mujer se encontró en el momento de la agresión con grandes dificultades hasta conseguir que una ambulancia asistiera a su marido al no saber francés. Es por ello que otra de las demandas del colectivo de los transportistas es derribar las barreras lingüísticas a la hora de ser atendidos por los servicios de emergencias o por las autoridades policiales durante el proceso de denuncia.