La Asociación Internacional de Transportistas ha publicado un plan con 17 medidas que cree que los Gobiernos deben adoptar "para apoyar a los operadores de transporte por carretera, especialmente para aliviar la volatilidad del precio del combustible, y para seguir la hoja de ruta de descarbonización ante la creciente inseguridad energética".

Entre las medidas, pide un mecanismo de ajuste de los impuestos especiales sobre el combustible para las empresas transportistas, "para proporcionar seguridad a corto plazo y evitar el colapso parcial de las redes de transporte por carretera y la inflación". La asociación pone de ejemplo que en Alemania este mes "una reducción temporal de los impuestos especiales del 87% significaría que un operador alcanza el punto de equilibrio en lugar de perder dinero".

IRU cree que todos los modos de transporte deben pagar el mismo impuesto sobre el combustible para mantener en curso los planes de descarbonización, así como acelerar las medidas de eficiencia a través del transporte colectivo por carretera y los camiones ecológicos.

Energías alternativas

También pide apoyo a las energías alternativas al gasóleo, y no solo a los camiones eléctricos. "Los Gobiernos deben revisar sus políticas de descarbonización para planificar un cambio más gradual hacia los combustibles renovables, más allá de los vehículos eléctricos de batería, y reducir las distorsiones del mercado". Invitan a incluir los camiones de gas natural, biodiésel o biocombustibles en las excepciones que tienen los camiones eléctricos, así como permitirles la entrada en las zonas de cero emisiones.

"El plan de emergencia de la IRU dirige la acción del gobierno en áreas clave para garantizar que el transporte por carretera continúe apuntalando el crecimiento económico y la salud social, evitar el exceso de inflación y mantener nuestra industria y el transporte en general en el camino correcto. cumplir con nuestros objetivos de descarbonización", explica Umberto de Pretto, secretario general de la IRU.