Servicios | El gasóleo de verano está formulado para hacer frente a condiciones diferentes al de invierno

Eurowag recuerda la importancia de hacer el cambio de combustible para garantizar el correcto funcionamiento de los motores.

Eurowag adquirió ADS en 2019.
Eurowag advierte de las diferencias entre el combustible de verano y el de invierno.

El gasóleo de verano y de invierno están formulados para hacer frente a unas condiciones de temperatura específicas y al funcionamiento de los vehículos durante las estaciones correspondientes. Por eso, y con la llegada del invierno, Eurowag advierte de las diferencias entre estos combustibles y la importancia de cambiarlos.

Cambiar al gasóleo de invierno evita que se congele en condiciones climáticas más frías

La empresa de servicios al transporte explica que la transición del combustible de verano al de invierno es muy importante por varias razones, entre ellas para garantizar el correcto funcionamiento de los motores gasóleo y evitar que se congele en condiciones climáticas más frías. Esta transición es esencial para mantener un funcionamiento eficaz y fiable del motor, evitando problemas de congelación, bloqueos y averías en el sistema de combustible. También contribuye a una mayor durabilidad del motor, al ahorro de combustible y al cumplimiento de la normativa, resalta Eurowag.

En otoño

Filippo Welter, director general de Eurowag en España explia que "el tema del comportamiento del gasóleo a bajas temperaturas se trata todos los años en otoño, cuando los proveedores de combustible tienen que empezar a suministrar directamente el llamado gasóleo de transición o gasóleo de invierno. La fecha exacta en cuanto a requisitos específicos de calidad y plazos depende de la situación geográfica del país en el que opere el distribuidor de combustible. Por ejemplo, en Europa Central, la transición del grado de verano comienza a principios de octubre, mientras que el gasóleo de invierno debe estar disponible a mediados de noviembre"

La transición completa y satisfactoria de la calidad de verano a la de invierno debe realizarse en todos los niveles de la cadena de distribución del combustible. Comienza en las refinerías, donde parte del componente más pesado del combustible debe sustituirse por una fracción más ligera, la parafina, que permite propulsar el combustible. La parafina no sólo es más ligera, sino también más cara, por lo que las refinerías no pueden hacer el cambio prematuramente por razones económicas. En el otro extremo de la cadena, una gasolinera tiene que vender rápidamente su excedente para poder almacenar el material de cara al próximo periodo.

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