Aspectos como el exceso de velocidad, no prestar atención a la carretera, influyen de forma determinante en la seguridad del conductor, sus acompañantes y la carga que transporta. 

Sin embargo, hay otros factores que pueden poner en riesgo nuestra seguridad, algunos ejemplos son la conducción en condiciones adversas (hielo, lluvia, nieve…), cruces de animales que nos obligan a realizar detenciones y/o maniobras de emergencia….

Con el fin de poder formarnos en conducción segura y practicar qué decisiones hemos de tomar en estos momentos, existe una metodología muy innovadora que consiste en el uso de simuladores de altas prestaciones. "Esta metodología nos permite adquirir habilidades de reacción rápida a la vez de ensayar situaciones complejas, permitiéndonos crear escenarios adaptados a las necesidades de los alumnos con reporte de informes técnicos detallados y objetivos sobre su conducción", explican desde ACF Innove.

A esto se suman otras fortalezas como: la reducción de la huella de carbono, ya que al emplear simuladores eliminamos el uso de combustibles y la emisión de CO2, y, por último, que instalado en un aula móvil va a permitir trasladarlo de un lugar a otro del territorio sin ningún problema.

Video sobre el empleo de un simulador