Comienza la segunda semana de protestas de los agricultores franceses, cuya movilización -muchas veces violente- está causando graves destrozos a los transportistas españoles. Este lunes, el foco ha sido la capital. Un extraordinario dispositivo de 15.000 policías y gendarmes se han movilizado para proteger las vías de acceso a París con la meta de impedir los bloqueos anunciados por las organizaciones agrícolas desde la una de la tarde para dejar la capital francesa incomunicada, según informa la agencia Efe.
Ocho autopistas que suministran la capital (A1, A4, A5, A6, A10, A13, A15 y A16) han estado bajo la mira de la Federación Nacional de Sindicatos de Explotadores Agrícolas (Fnsea) y de Jóvenes Agricultores (JJAA) de la región parisina. Se trata de dos organizaciones que no secundaron la desmovilización de parte del sector tras los anuncios gubernamentales del viernes.
El Ejecutivo se ha mostrado especialmente prudente a la hora de enviar efectivos policiales para disipar estas protestas
Bajo presión por este anunciado sitio a París, el Gobierno de Emmanuel Macron ha secundado el argumento de los agricultores y acusado de "competencia desleal" a socios de la UE como España e Italia. "Vamos a seguir avanzando para luchar contra la competencia desleal. A nuestros agricultores se les imponen reglas (fitosanitarias) que a otros (países) no", criticó este domingo el primer ministro francés, Gabriel Attal.
El jefe de Gobierno mencionó que al menos 40% de las frutas y verduras se importan (sobre todo de España e Italia) por el freno productivo que supone para Francia ciertas reglas medioambientales adoptadas en su legislación y aseveró que propondrá a sus socios comunitarios "más medidas" para blindar la soberanía alimentaria francesa.
