La primera sensación que percibimos cuando nos pusimos por primera vez al volante de la nueva Kangoo Combi (con motor térmico) fue el cambio de rol asumido por el vehículo. Las versiones de pasajeros de la acreditada generación anterior incorporaban algunas mejoras que dotaban a un vehículo de clara vocación comercial de mayor versatilidad, buscando también aumentar el confort de sus usuarios.

En esta última generación es mucho más complicado encontrar ese origen “industrial” de vehículo destinado al transporte (ese papel más “rudo” lo ha asumido el nuevo Express). Lo cierto es que nuestro protagonista nos recibe con el mayor ángulo de apertura de puertas de su segmento 90º y un cuadro de instrumentos digital, anticipo de lo que nos queda por ver.

Nos acomodamos sobre el asiento calefactado (también lo es el del acompañante y el volante) y antes de acceder a los reglajes manuales del mismo, la consola central nos ofrece su base para “ponerle las pilas” a nuestro móvil, si admite carga por inducción claro. En el caso de que así no fuera, el “e-Kangoo” dispone de una “doble pareja” de conexiones USB acompañadas de la clásica toma de mechero de 12 voltios.

El tapizado parece de calidad y fácil de limpiar, y unas inserciones “símil madera” contribuyen a crear un entorno agradable y de cierto nivel. La guantera situada frente al acompañante mantiene este tono con su apertura deslizante, como si de un cajón se tratara, sin renunciar a una buena capacidad de almacenaje.

Los pasajeros de la primera fila quedan separados por un doble portabotellas y otra profunda guantera que sirve también de apoyabrazos. Cerramos el primer capítulo de huecos para almacenaje con tapa, con el que surge del salpicadero, sobre el cuadro de instrumentos, y del que a su vez brota un pequeño brazo que termina en un soporte para el móvil.

EN MARCHA

Ponernos en marcha es tan sencillo como pulsar el botón que ocupa el tradicional “clausor”, y situar el selector de marcha en la D. Con el freno de estacionamiento desconectado (es electrónico) iniciamos la marcha en silencio pero con un empuje que se nos antoja excesivo. Por eso recurrimos al modo ECO, que nos deja en 76 los 122 cv de potencia máxima (245 Nm de par) que alcanza la máquina eléctrica que impulsa al Combi de Renault.

Puede parecer “poca chicha”, pero la entrega constante de par, habitual en los modelos eléctricos, otorga más agilidad a este E-Tech de la que se pudiera pensar en base a las cifras mencionadas. Eso sí, si queremos superar los 110 km/h deberemos optar por el modo Normal que nos impulsará hasta los 135 km/h.

Los dos modos de existentes para graduar la potencia entregada se pueden combinar con los tres disponibles para seleccionar el grado de regeneración que deseamos en la frenada. El mismo selector de marchas es el mando que permite elegir en qué medida deseamos que la máquina eléctrica actúe como freno motor.

En el cuadro de instrumentos podremos ver un B1, B2 o B3, siendo este último el que ofrece mayor resistencia al avance, aunque no se trata de una retención elevada. B1 permite que el Kangoo aproveche las inercias cuando levantamos el pie del pedal del acelerador. B2, como se puede imaginar, queda a medio camino, ofreciendo una ligera retención y regeneración de la batería del vehículo.

Durante la pequeña toma de contacto llevada a cabo, la mayor parte del recorrido lo hicimos por autovía, que no es el mejor escenario para este tipo de vehículos, pero a la espera de contar con una unidad de pruebas que nos permita hacer una buena prueba de consumo, quisimos ver lo que daba de sí esta versión eléctrica en carretera abierta, y la verdad es que no defraudó.

El silencio manda en el interior del vehículo, los decibelios brillan por su ausencia, y el trabajo aerodinámico, comparado con su predecesor, se hace notar. Los guarnecidos de las puertas y el resto de mejoras llevadas a cabo han mejorado notablemente la insonorización.

La climatización se asegura con una bomba de calor, que optimiza el consumo energético de la calefacción (talón de aquiles de la electromovilidad invernal), apoyada por los mencionados asientos y volante calefactados.

Ya en destino, comprobamos que la segunda fila permite un deslizamiento asimétrico de sus banquetas de hasta 14 cm (además se sitúan casi una pulgada más altas que en la versión térmica para encajar las baterías) permitiendo así que el volumen disponible para carga pase de 850 a 2.500 litros de capacidad.

El marco de entrada que ofrece el nuevo Kangoo para acceder a las plazas traseras es claramente más estrecho que el que se encuentran conductor y acompañante, pero no supone dificultad alguna para embarcar en la segunda fila.

En el generoso maletero encontramos una caja para colocar la manguera de carga. Renault le ha brindado hasta tres posibilidades a su nuevo Combi:

• Cargador 11 de kW AC trifásico (pensado para las recargas domésticas).
• Cargador rápido de 22 kW AC (permite pasar de un 5% a un 80% en 2 horas y 30 minutos).
• Cargador DC de 80 kW (válido para recuperar 170 km de autonomía en aproximadamente 30 minutos).

En definitiva, el nuevo Kangoo Combi E-Tech ofrece argumentos de peso para seducir tanto a familias necesitadas de espacio en sus desplazamientos urbanos e interurbanos que deseen pasarse a la electromovilidad (con la versión Techno de 41.700 euros), como a profesionales (acabado Equilibre a cambio de 39.200 euros) que con las mismas intenciones (pasarse a la electromovilidad) buscan versatilidad y fiabilidad, aspectos ambos claramente mostrados y demostrados por nuestro protagonista y la marca a la que pertenece.