"La circulación de los trenes de mercancías de Renfe evitó la circulación de 2,4 millones de camiones, de ellos 60.000 cargados con mercancías peligrosas". Esta afirmación forma parte del balance que el operador público de transporte ferroviario de mercancías lleva a cabo en relación con su actividad a lo largo del pasado año.
Desde su análisis, Renfe Mercancías pone el acento entre otros aspectos en el hecho de que en cuanto a las emisiones de carbono, el consumo preferente de energía de origen renovable arrojó unas emisiones unitarias medias en 2020 de 7,8 gramos por Tonelada/Kilómetro, "cantidad que significa emisiones unitarias diez veces inferiores al transporte de mercancías por carretera".
"Cuanto más crezca la cuota del ferrocarril en el mercado del transporte, por transferencia desde otros modos, más disminuirá el impacto ambiental y energético del conjunto del sector", aseguran en Renfe
Con un total de 14,3 millones de toneladas de carga transportadas a lo largo de 2020, la actividad de Renfe Mercancías, detallan desde la empresa, "supuso un ahorro de 291 millones de euros por costes externos". Este ahorro se corresponde con el del aumento del empleo de la electricidad de origen renovable certificado y emisión de carbono nula que es el 100% del total de energía eléctrica que Renfe Mercancías consumió. Respecto al consumo total de energía, el 78,1% del total de los tráficos realizados por Renfe Mercancías en 2020 se efectuaron con locomotoras eléctricas.
TRASVASE DE OTROS MODOS AL TREN
Además, continúan con su relato de los hechos, "la actividad de Renfe Mercancías evitó en 2020 la emisión a la atmósfera de 850.000 toneladas de CO2 y el consumo de 425.000 Toneladas equivalentes de petróleo, circunstancias que se hubieran producido si el transporte se hubiera realizado por modos alternativos al ferrocarril". Además, señalan que a las ventajas ambientales que supone el transporte de mercancías por ferrocarril se suman otras (menor accidentalidad, mínima contaminación local urbana, reducción de congestión urbana) que inciden en los ahorros por externalidades.
Los datos, recuerdan desde Renfe Mercancías, inciden en que el ferrocarril es el modo transporte de mercancías que menos emisiones contaminantes genera. "La Comisión Europea viene reconociendo, desde que en 2011 editó su último Libro Blanco del Transporte, que la transferencia modal hacia el ferrocarril, hacia el transporte intermodal, es imprescindible para desacoplar el crecimiento de los tráficos de mercancías del crecimiento de sus emisiones de carbono", ha explicado la compañía pública en un comunicado.
Esta consideración significa, añaden, que "cuanto más crezca la cuota del ferrocarril en el mercado del transporte, por transferencia desde otros modos, más disminuirá el impacto ambiental y energético del conjunto del sector, que ya aporta un 29% de las emisiones totales en España". En la actualidad, la cuota del tren en el transporte de mercancías se sitúa en España en el 4% mientras que en Europa es del 18%.
Lo que no hace el comunicado difundido por Renfe Mercancías es entrar a valorar los motivos relacionados con la baja cuota del ferrocarril en nuestro país frente a la media europea, y ello a pesar de los sucesivos planes que desde hace ya lustros apuntan a la necesidad de un trasvase modal desde el transporte de mercancías por carretera hacia el ferrocarril.
Desde un balance más prolongado en el tiempo, los datos de ahorros generados por Renfe Mercancías, destacan desde la empresa, "han contribuido de forma significativa a la reducción en 2020 de un -85,5% de la huella unitaria del grupo Renfe respecto a 1990, año en el que se firmó el protocolo de Kioto y significa que es la empresa cuya huella de carbono es la menor entre las grandes empresas ferroviarias europeas".
