Dentro de una semana, el miércoles 2 de febrero, entrará en vigor la norma del Paquete de Movilidad europeo que obliga a los camioneros a registrar en el tacógrafo cada país que cruzan nada más atravesar la frontera. Dado que la mayoría de los tacógrafos todavía no son inteligentes, esta operación se tiene que realizar de forma manual. Es una de las normas del manual del tacógrafo que más revuelo ha generado en el sector dentro y fuera de las fronteras españolas.
La patronal holandesa llegó a tachar la situación que se generará de "caos". En España, este cambio normativo tampoco convence a la Asociación de Transporte Internacional por Carretera (Astic). Para el vicepresidente ejecutivo de la patronal de transporte internacional, Ramón Valdivia, se trata de una "medida de emergencia" ante la falta de la futura generación de tacógrafos.
Son los países centroeuropeos los que más han presionado por aplicar en el paquete europeo medidas de control a las transportistas internacionales
"Nuestra valoración no es muy positiva, entorpece sin duda el desarrollo de la labor de nuestros profesionales que salen hacia otros países. Pero, dados los tiempos de entrada en vigor de la normativa frente a los plazos en los que se va a poder disponer de la tecnología de segunda generación en los tacógrafos, sólo cabían dos alternativas: retrasar la entrada en vigor de la directiva de desplazamiento para los trabajadores de este sector hasta que llegasen los nuevos tacógrafos (cosa que sobre todo los centroeuropeos no querían) o bien encajar en la norma esta solución de emergencia como es el registro manual", explica Valdivia.
Control de las empresas del Este
Como otras medidas del paquete de movilidad, este requisito va orientado al control de las empresas transportistas internacionales. Intenta impedir que empresas radicadas en países miembros con peores condiciones laborales -los de Europa del Este- estén operando un país diferente. Por eso Valdivia subraya la prisa de los países centroeuropeos por aplicar estas medidas de control.
"El inconveniente principal es que [ese registro manual] no se va a poder hacer justo cuando se traspase la frontera. Sería un caos y un peligro de seguridad vial", cuanta el director general de Astic. Valdivia confía en que la Comisión Europea y los estados miembros permitan "que dicha anotación se haga en la primera ocasión en que el camión pueda estacionar con total seguridad y el chófer pueda proceder a la anotación".
