Lo hemos conocido esta semana. Se trata de momento de un borrador, pero la declaración de intenciones ya está sobre la mesa. La propuesta de la Comisión Europea abre la puerta a la creación de una nueva categoría de vehículos en la UE: aquellos que puedan funcionar con combustibles neutros en carbono, pero que incorporen una tecnología que impida su uso cuando empleen los combustibles tradicionales de origen fósil, básicamente derivados del petróleo.

Es pues un buen momento para aclarar algunos conceptos referentes a esos posibles salvadores del motor de combustión: los "ecocombustibles".

Combustibles sintéticos, ecocombustibles o e-fuels

Son aquellos que se producen a partir de CO2 capturado (bien de la atmósfera o de alguna planta industrial) en combinación con electricidad procedente de una fuente renovable (como por ejemplo el hidrógeno verde). El hidrógeno verde se obtiene mediante la electrólisis del agua, proceso que permite separar los dos elementos que forman su molécula (hidrógeno y oxígeno). El resultado final es un combustible sintético de cero emisiones netas.

Ventajas:

• No se requiere la creación de una nueva red de suministro, puesto que sus propiedades apenas difieren de los combustibles tradicionales, reduciendo el impacto que supone la construcción de nuevas infraestructuras.
• Se pueden emplear en los vehículos actuales (menos necesidad de achatarramiento = menor contaminación).
• Son sostenibles en el tiempo, puesto que emplean materias primas alternativas y renovables en su elaboración.

Biocombustibles

Son combustibles producidos a partir de recursos naturales y biomasa, entendiendo como tal la fuente de energía que proviene de materiales de origen biológico, como desechos agrícolas, forestales y subproductos como el estiércol. También pueden proceder de cereales (trigo o maíz) o incluso de la caña de azúcar, por citar algunos más.

Esta materia se transforma en energía mediante procesos termoquímicos (combustión, pirólisis y gasificación) o bioquímicos (digestión, anaerobia y fermentación). La energía producida mediante el uso de biocombustibles recibe el nombre de bioenergía.

Ventajas:

• No necesitan la creación de una nueva red de suministro, puesto que sus propiedades apenas difieren de los combustibles tradicionales, reduciendo el impacto que supone la creación de nuevas infraestructuras.
• Se pueden emplear en los vehículos actuales (menos necesidad de achatarramiento = menor contaminación).
• Son renovables y sostenibles, puesto que al proceder de materia orgánica pueden neutralizar el CO2 que generan durante su combustión.

Combustibles bajos en carbono

Este tercer tipo de combustibles “ecológicos” se producen a partir de residuos urbanos sólidos o plásticos (que no son de origen no biológico). Estas materias son procesadas para obtener carbono e hidrógeno (hidrocarburos), necesarios para su elaboración, pero sin recurrir una vez más al petróleo.

Ventajas:

• No necesitan la creación de una nueva red de suministro, puesto que sus propiedades apenas difieren de los combustibles tradicionales, reduciendo el impacto que supone la creación de nuevas infraestructuras.
• Se pueden emplear en los vehículos actuales (menos necesidad de achatarramiento = menor contaminación).
• Dan lugar a una economía circular.