La fuga de un camión cisterna con 25.400 litros de ácido clorhídrico ha obligado a desalojar la madrugada de este martes una gasolinera de la Autovía del Cantábrico (A-8) a la altura de la localidad cántabra de Ambrosero, aunque la situación se ha solucionado a las seis horas con el cambio de una pieza dañada por la que se vertía el ácido, según ha informado la agencia Efe.
Esa situación también ha llevado al Gobierno de Cantabria a activar durante seis horas el plan especial de Protección Civil sobre transporte de mercancías peligrosas, el Transcant, y a instalar un punto de mando en la estación de servicio, que no tiene viviendas alrededor.
La fuga ha sido así cortada, por lo que no ha sido necesario otro camión para trasvasar el ácido
Al no existir viviendas cercanas a esa gasolinera, no ha habido que llevar a cabo más actuaciones en la zona que el desalojo de la gasolinera. Sin embargo, han actuado en este operativo los bomberos del 112 Cantabria, los de Santander, la Guardia Civil, el servicio de emergencias 061 y Cruz Roja.
Tras llegar al lugar el operativo de emergencias, con trajes especiales, se ha comenzado pasadas las diez y media de la noche a recoger el líquido que salía de la cisterna en una cubeta para luego, con una mangera, trasvasarlo a otro camión.
Mientras, los servicios de emergencia desalojaban por precaución el área de servicio de Ambrosero, donde estaba aparcado el vehículo.
Pasadas las cuatro de esta madrugada personal de la empresa de transporte en el que camión siniestrado, con el apoyo de los bomberos, han conseguido cambiar la pieza dañada por la que salía el líquido, lo que ha contenido el vertido.
La fuga ha sido así cortada, por lo que no ha sido necesario otro camión para trasvasar el ácido, y el Gobierno de Cantabria ha desactivado el Transcant.
