Lo cierto es que una denominación como la recuperada por Fiat (este nombre se adoptó ya en los 80 para distinguir la nueva versión con batalla recortada de la Ducato de aquellos tiempos) para esta furgoneta de gama media facilita muchos titulares pero, semántica aparte, lo cierto es que nuestro protagonista tiene talentos.

Una de las características que diferencia este producto de gran parte de su competencia más directa (a excepción de sus clones NV300 y Traffic) son sus dimensiones exteriores, con una altura próxima a los dos metros (1,97 m) y una anchura notable, 1,95 m. Esta particularidad le permite contar con unas buenas cotas interiores, alcanzando casi el 1,40 m de altura interior (1.387 mm exactamente), detalle que puede ser decisivo para aquellos transportes en los que se ponga en valor la máxima altura interior.

Pero además cuenta con la versión de techo elevado (sobre el mismo modelo probado de batalla larga) que permite una alzada interior de casi 1,90 m y un volumen de carga de 8,6 m3 para un vehículo con una longitud de 5,40 m y que en esta variante de zancada larga permite albergar objetos de hasta 4,15 m de longitud empleando la zona inferior del banco del acompañante.

La dotación de guanteras para almacenaje es correcta, y los tres tripulantes cuentan con un buen mullido en sus amplios asientos, aunque el central ve penalizado en parte algo el espacio para su pierna izquierda por la palanca de cambios, pero sale mejor parado que en otras propuestas de la competencia. La zona inferior del asiento corrido de esta versión permite ampliar la longitud del compartimento de carga hasta los 4,15 m.

El Talento dispone de uno de los cuadro de instrumentos más singulares (ver foto) como también lo es su dotación de espejos para el control lateral del vehículo. Se trata de un trabajo conjunto de los exteriores y el interior del parasol del acompañante, que si bien su principal cometido está en reducir ángulo muerto a la mínima expresión en las maniobras, también contribuye a la seguridad en ruta.

Y en ruta es donde podemos apreciar la eficacia del EcoJet de dos litros que motoriza al Talento, en su rango medio de rendimiento. Fiat recurre a este propulsor para obtener los tres niveles de potencia que ofrece en este modelo, equidistantes en 25 cv y 30 Nm del que presentamos en este post. Los dos más potentes admiten transmisión automática de seis velocidades con doble embrague. Nuestra unidad contaba con cambio manual, pero que nos ha permitido obtener consumos significativamente inferiores a los oficiales mostrados por la marca en su web.

El empuje de los 350 Nm que entrega ya a 1.500 rpm serán más que suficientes para cubrir las necesidades de la mayor parte de usuarios de este furgón, aunque sea sometido a cargas importantes (siempre que circulemos dentro de la ley), y además, ofrece la ventaja frente al anterior 1.6, de proporcionar una mayor capacidad de retención en los descensos gracias a su mayor cilindrada. Si buscamos potencia, los 145 cv harán acto de presencia cuando el régimen alcance las 3.500 rpm, pero como digo, muy dura tiene que ser la misión para requerir su concurso.

Ciclo de vida comercial

La renovación de gran parte de la competencia en los últimos años convierten a este Talento en uno de los modelos más veteranos que se comercializan en la actualidad en su segmento, circunstancia que se convierte en oportunidad para conseguir una furgoneta de fiabilidad sobradamente contrastada y a un precio más competitivo si se aprovechan los clásicos descuentos que acompañan a los vehículos que se encuentran en esta fase de su vida comercial.