El fabricante de whisky escocés Glenfiddich ha empezado a utilizar los residuos de su propio proceso de destilación de whisky para crear el biogás de bajas emisiones que utiliza en sus camiones, según adelantó el martes Reuters. Los camiones que utiliza Glenfiddich son vehículos fabricados por Iveco en su planta de Madrid que normalmente funcionan con gas natural licuado.
Los residuos de whisky ya están alimentando tres camiones que transportan la bebida hasta la embotelladora
Glenfiddich ha instalado estaciones de servicio en su destilería de Dufftown, en el noreste de Escocia, que utilizan la tecnología desarrollada por su empresa matriz William Grant & Sons para convertir sus desechos y residuos de producción en un gas de ultra baja emisión de carbono que produce un mínimo de dióxido de carbono y otras emisiones nocivas.
Stuart Watts, director de la destilería de la empresa familiar William Grant & Sons, explica que, tradicionalmente, Glenfiddich vendía los granos sobrantes del proceso de malteado para utilizarlos como alimento para el ganado con alto contenido proteínico. Pero gracias a la digestión anaeróbica, en la que las bacterias descomponen la materia orgánica produciendo biogás, la destilería también puede utilizar los residuos líquidos del proceso para fabricar combustible y, con el tiempo, reciclar todos sus residuos de esta forma.
Los residuos de whisky ya están alimentando tres camiones que transportan la bebida desde la producción en Dufftown hasta el embotellado y el embalaje.
Reducción de un 95% de CO2
La compañía afirma que el biogás reduce las emisiones de CO2 en más de un 95% en comparación con el gasóleo y otros combustibles fósiles, y reduce otras partículas nocivas y las emisiones de gases de efecto invernadero hasta en un 99%. Cada camión sustituirá hasta 250 toneladas de CO2 al año, dijo Glenfiddich.
