Es el caso de la startup española Revoolt, que ha incorporado a su flota de vehículos un patinete eléctrico de carga de la marca BoxLane para el reparto de productos de alimentación. La apuesta es descrita por Ángel Sánchez, CEO de Revoolt, de manera que "por su actual tecnología de batería y motor eléctrico, puede cubrir perfectamente una ruta de entrega cercana, este tipo de vehículo ligero y no contaminante es muy adecuado para acceder a zonas urbanas complicadas, cerradas, o con restricciones de acceso. Y, por su capacidad de carga media, resulta ideal para la entrega de una cesta media de la compra".

Añade que "este vehículo unipersonal permite logística de carga media/alta y puede circular además por el carril bici, aparcar en aceras anchas y acceder prácticamente hasta la misma puerta de los clientes, por lo que mejora los tiempos de entrega, brinda mayor independencia y exige mucho menor esfuerzo a los repartidores. Por este motivo creemos que mejorará las dinámicas de reparto y queremos que sustituya cuanto antes nuestras entregas a pie".

Revool prueba ya este patinete eléctrico de BoxLane con el objetivo de, una vez valorada su viabilidad funcional operativa y su comportamiento técnico, sellar una alianza estratégica con esta compañía para añadirlo progresivamente a su flota durante 2021, compuesta actualmente por furgonetas, motos y triciclos eléctricos.

La autonomía del vehículo de BoxLane es de 50 kilómetros y el tiempo de carga requerido alcanza las cinco horas. Puede transportar hasta 300 kilos, su velocidad máxima es de 20 km/h y y el coste diario mínimo está estimado en 0,8 céntimos de euro por cada 100 km. En su equipamiento no faltan elementos como  GPS y panel de control, cierre de seguridad, ruedas protegidas para evitar accidentes, conector de carga magnético, luz delantera y marcha atrás con avisador acústico, frenos delantero y trasero con luz, y bloqueo de ruedas.