Un poco exagerado igual sí que es el titular a estas alturas de la película, porque realmente podríamos decir que es la electromovilidad la que pretende hacer luz de gas al resto de las propuestas energéticas existentes para el transporte de larga distancia.

El título tiene más sentido si nos circunscribimos al 2023, un año en el que el gas natural parece haber resucitado tras recuperar un precio “razonable” y el anuncio de los “nuevos motores” de los tres fabricantes que dominan este nicho de mercado: Iveco, Scania y Volvo.

Iveco

Para mantener el criterio del orden alfabético, comenzamos por Iveco. El fabricante italiano presentó hace apenas un mes su nuevo S-Way, que al igual que los X-Way contarán una renovada mecánica alimentada por biogás (el “bio” es extensible a los nuevos motores de los tres fabricantes para justificar esa reducción de más del 90% del CO2).

Anuncian sus responsables una reducción de consumo de hasta un 11%, estableciendo un nuevo techo de potencia en los 500 cv (recordemos que antes eran 460 cv) y 2.200 Nm de par motor.

Scania

Scania por su parte también ha vitaminado su planta motriz de trece litros (cilindrada que comparten los tres fabricantes) para auparse hasta los 460 cv con una entrega de par que alcanza los 2.300 Nm.

El fabricante más "nórdico" de los dos suecos (sigo refiriéndome a Scania) también anuncia un ahorro de un 5% en su nuevos propulsores que se benefician del acompañamiento de elementos de su exitosa serie Super, en concreto la caja de cambios G25 y el eje motriz.

Será interesante comprobar cómo gestiona la electrónica las nuevas ganancias de par y potencia que ofrecen ambos modelos para ver el rendimiento real en carretera, puesto que si bien el nuevo OC13 104 460 (así se llama el nuevo motor de Scania) rinde 40 cv menos que la propuesta más potente de Iveco, entrega 100 Nm más de par y desde muy bajo régimen.

Volvo

Nos queda por citar a Volvo y su singular motor de gas natural. Recordemos que este constructor es el único que emplea un motor de combustión de ciclo diésel (el resto recurren al ciclo Otto) para “quemar” el biometano junto con un pequeño porcentaje de gasóleo (en torno al 5%).

Esta decisión tiene dos inconvenientes y dos ventajas:

• En contra: mayor rumorosidad (similar a un diésel convencional) y necesidad de emplear también AdBlue.
• A favor: dispone de freno motor de válvulas y un rendimiento mecánico superior como veremos ahora.

El fabricante de Gotemburgo fue el primero en mejorar sus motores de gas natural (lo publicamos en febrero de este año). Además de anunciar una reducción del 4% en el consumo de combustible, el nuevo G13 C (denominación del nuevo propulsor) alcanza los 500 cv de potencia y 2.500 Nm de par entre las 980 y 1.404 rpm, cifras comparables a las mecánicas diésel.

Con estas nuevas prestaciones, la opción del biometano se vuelve mucho más atractiva y realista (a corto plazo) para aquellos transportistas que necesiten renovar sus vehículos y quieran desentenderse del gasóleo, ya sea por gusto o por necesidad.