La mayoría de transportistas defienden que el sector de mercancías por carretera no está listo para la electrificación -por el elevado coste de los camiones eléctricos y la falta de infraestructura- y prefieren hablar de carburantes alternativos como los ecocombustibles. Sin embargo, hay algunas empresas de transporte que sí defienden que electrificar es posible e, incluso, la mejor opción para descarbonizar. Es el caso de Disfrimur. Su director general, Juan Jesús Sánchez, explica que han probado los seis sistemas de propulsión que existen y su conclusión es que "hoy en día la energía más rápida, más eficiente y más capilarizada en el país es la electricidad. Está ganando la batalla y es normal".

Sánchez, también vicepresidente de la patronal de transporte internacional Astic, ha confrontado con algunos de sus colegas este jueves en un debate en el Foro del Vehículo Industrial de Anfac moderado por el director de Ruta del Transporte, Pablo Guindo. Disfrimur ofrece a sus clientes un precio diferente según el tipo de tecnología que usen para transportar su mercancía y Sánchez explica que hay cargadores "dispuestos a pagar un poco más porque su transporte sea eléctrico".

Carmelo González, presidente del departamento de mercancías del Comité Nacional del Transporte por Carretera, ha puntualizado que también hay muchos otros cargadores que no están dispuestos: "Hay muchas empresas de transporte pequeñas que no tienen capacidad para eso [para ofrecer distintas tecnologías], Disfrimur es una empresa atípica por su tamaño". González ha defendido que el pequeño autónomo "lo tiene muy complicado" para electrificar su flota y no perder competitividad. Una visión muy parecida tiene Rafael Barbadillo, su homólogo en el departamento de viajeros del Comité, que subraya que es más fácil electrificar la flota urbana que la de larga distancia. 

González y Barbadillo creen que la infraestructura de recarga para el transporte pesado es absolutamente insuficiente para rutas nacionales e internacionales. Una afirmación que ha tratado de rebatir Daniel Pérez, el director ejecutivo del operador de carga ultrarrápida Zunder, Daniel Pérez: "Quiero quitar el miedo a los transportistas para dar el salto a lo eléctrico. Los puntos de carga están, la potencia necesaria está". Zunder asegura ya cumple el 90% del Reglamento europeo Afir sobre puntos de recarga.

Pérez ha explicado que su empresa instalará puntos de recarga de 800 kilovatios para finales de este año y de 1.200 de cara al próximos año. Una realidad que contrasta con la que ha expresado el presidente de Anfac en la inauguración del foro: solo un 5% de la red de recarga en España supera los 50 kilovatios y los transportista exigen mayor potencia para poder recargar sus camiones en los tiempos en los que no están en ruta.

Barbadillo también ha puesto en duda la idoneidad de la infraestructura con una anécdota: "Hace seis años, una empresa de autobuses urbanos compró una flota eléctrica y en la primera noche que la recargaron dejaron sin luz a la mitad de esa ciudad". Pérez rebate que en los últimos años se ha evolucionado mucho: "Habrá habido fallos en el camino. Ahora los suministradores de energía saben que para recargar una flota eléctrica se utiliza toda la potencia que se contrate", por lo que descarta que vuelva a pasar una situación similar.

Ayudas

El otro gran tema de este debate, y de todo el Foro del Vehículo Industrial, ha sido la necesidad de contar con ayudas para adquirir los camiones eléctricos. El 30 de abril finaliza Moves Mitma para la renovación de flotas y el Gobierno no lo prorrogará, aunque asegura que presentará otro plan "próximamente" para incentivar la demanda de camiones cero emisiones. Carmelo González cree que las ayudas "además de tener continuidad tienen que llegar, porque hay comunidades que todavía no han pagado". 

En este debate también ha participado el director de Desarrollo de Negocio y Acuerdos con Fabricantes de CaixaBank Equipment Finance, Fernando Agustí, que corrobora la necesidad de ayudas ágiles: "Lo que nos llega de nuestras oficinas es que los incentivos a la compra se han quedado escasos. Otro problema es la demora con la que han llegado".