La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) ha aprobado unos estándares de emisiones para los vehículos pesados -principalmente camiones y autobuses- que se produzcan de 2027 a 2032. Este organismo destaca en su comunicado que la norma es "flexible y está diseñada para reflejar la naturaleza diversa de la industria de vehículos pesados".

En lo que respecta a los camiones, la norma contempla que los fabricantes puedan disponer de las tecnologías de control de emisiones que "mejor se adapten a ellos y a las necesidades de sus clientes". Entre esta variedad tecnológica, la EPA cita los motores de combustión interna, camiones híbridos, eléctricos híbridos enchufables, eléctricos de batería y camiones de pila de combustible de hidrógeno.

Unos días antes de aprobar estos estándares de emisiones para vehículos pesados, la EPA aprobaba unas reglar muy estrictas para coches, totalmente centradas en impulsar los modelos híbridos y eléctricos. Pero la regla para los pesados es mucho más compleja, porque varía según la categoría de los vehículos y contempla más tipos de propulsión. 

Por ejemplo, para cumplir sus objetivos contempla que para el 2032 el 64% de las nuevas tractoras de largo recorrido todavía sean de combustión interna. Mientras que el 5% sean de gas natural, el 10% híbridas enchufables y el 17% de motor de combustión adaptado para su uso con hidrógeno. Para los llamados vehículos profesionales (como camiones de reparto, o de recogida de basura u otros servicios urbanos) la norma sí que proyecta una reducción mayor de los motores de combustión interna, en mayor medida cuando más ligeros son. 

Esta es la tabla que proyecta los porcentajes de cada tecnología que los distintos tipos de camiones deberían de usar en 2027 y en 2035 para cumplir con los nuevos estándares de la EPA. La ley completa se puede consultar en este enlace.

La EPA asegura que estos estándares evitarán mil millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero y proporcionarán 13 mil millones de dólares anuales a la sociedad estadounidense en beneficios derivados de la salud pública, el clima y el ahorro para los propietarios y operadores de camiones. "También reducirán la peligrosa contaminación del aire, especialmente para los 72 millones de personas en los Estados Unidos que viven cerca de las rutas de carga de camiones", asegura el organismo.

El Gobierno americano también subraya que esta norma estará acompañada de otra que promoverán la construcción de una red nacional de carga de camiones eléctricos y estaciones de combustible alternativo; y garantizarán que los fabricantes nacionales tengan los materiales que necesitan para fabricar baterías para vehículos eléctricos.