El ahorro anual por camión será de 1.900 euros tras el fin de los peajes en AP-7 y AP-2
La entrada en 2021 traerá consigo una innegable buena noticia para los transportistas, si bien habrá que esperar hasta el mes de septiembre. Será entonces cuando desaparezca el pago de peajes en dos de las autopistas más frecuentadas por los profesionales del transporte de mercancías por carretera, la AP-7 entre Tarragona y la frontera de La Junquera, en Gerona, y la AP-2 entre Zaragoza y la localidad tarraconense de El Vendrell.
El ahorro anual medio por camión será de 1.900 euros, según el cálculo realizado por Fenadismer, que no oculta su satisfacción por la medida tomada desde el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que tiene previsto ir liberando los peajes de las autopistas una vez que se vayan agotando los contratos de concesión que ostentan las empresas explotadoras de dichas vías.
España cuenta en la actualidad con un total de 3.223 kilómetros de pago en 39 carreteras de su red viaria; con 21 provincias libres de vías de peaje. Tras la llegada de José Luis Ábalos al Mitma, varios tramos de autopistas de peaje han ido expirando sus concesiones, pasando a formar parte de la red pública estatal.
Es el caso de la AP-1 Burgos-Armiñón, que sumó 84 kilómetros de longitud quedando liberada de peaje, uniéndose a ella desde en enero de 2020 las autopistas AP-7 entre Alicante y Tarragona, con un total de 474 kilómetros, y la AP-4 entre Sevilla y Cádiz, con un recorrido de 94 kilómetros. A ellas se unirán en septiembre el tramo de la AP-7 desde Tarragona hasta la frontera de la Junquera y la AP-2 entre Zaragoza y el Mediterráneo, que suman en total 640 kilómetros más libres de peaje.
Para la organización de transportistas que preside Julio Villaescusa, la eliminación de los peajes de las autopistas aporta indudables ventajas para la mejora de la seguridad vial y la descongestión de la red viaria nacional, ya que permite una mejor redistribución de los tráficos tanto privados como profesionales entre las carreteras nacionales y las autopistas paralelas de peajes, basando la elección por una u otra vía por parte de los conductores no en criterios exclusivamente económicos como hasta ahora, sino en función de la distancia del trayecto a realizar o del destino del viaje.
"Ello permite un importante trasvase de vehículos particulares que actualmente circulan por las carreteras nacionales a las autopistas de peaje por su mejor trazado y velocidad máxima permitida, lo que posibilita una utilización más racional de las carreteras nacionales por los vehículos de transporte que así las elijan en función del destino de la mercancía, al tener los camiones limitada técnicamente su velocidad a 90 kilómetros/hora", valoran.
Esta paulatina liberalización de las autopistas de peaje contribuye a rebajar de forma importante la actual factura en concepto de peajes que soportan los transportistas españoles, en torno a 1.900 euros anuales por vehículo, según consta en el Observatorio de Costes del Transporte de Mercancías por Carretera que publica periódicamente el propio Ministerio de Transporte, teniendo en cuenta que en algunos de los tramos ahora liberados los camiones tiene obligada su circulación conforme a las restricciones a la circulación que anualmente aprueba la Dirección General de Tráfico.
También está prevista la finalización de la concesión de las autopistas C-32 (Barcelona-Lloret de Mar) y C-33 (Barcelona-Montmeló), dependientes ambas de la Generalitat de Cataluña. Pero en este caso no está tan claro que una vez pasen a ser de titularidad autonómica vayan a quedar libres de pago, ya que el Gobierno catalán se estaría planteando la posibilidad de establecer algún sistema de pago por uso una vez venzan las concesiones actuales.
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