Los neumáticos -tres de cada diez casos- son la principal causa de avería en los vehículos industriales en Europa. Entre las causas, hay una que prácticamente monopoliza, con el 90%, la pérdida de presión. Una carencia que puede provocar no sólo averías, sino también accidentes. De hecho, es importante señalar que el 80% de los riesgos de pinchazos de un neumático podrían evitarse con controles diarios de la presión, algo de lo que ya se encarga el sistema TPMS (Tire Pressure Monitoring System) a través de diversos sensores colocados por la estructura de la cubierta.
En este sentido, desde julio de 2024 resulta de obligado cumplimiento en Europa que todos los de nueva matriculación (semirremolques incluido) deben llevar incorporado el sistema TPMS o sistema de control y monitorización de presión de los neumáticos, tal y como establece la normativa europea UN ECE R-141, recuerdan desde Euromaster.
El conductor recibe un mensaje o luz de aviso en la pantalla tras el volante a modo de alerta de estos sensores indicando que alguna de las ruedas del camión o del autobús ha perdido presión por debajo de determinados umbrales (a partir de un 20% menos de la presión indicada por el fabricante, lo que equivale a unos 0,2 bares). Ante esta alerta, el conductor debe revisar los neumáticos, frenos y llantas. Si hay daños visibles o dudas, lo más recomendable es llamar a un servicio de asistencia o llevar el vehículo a un taller especializado.