Este martes, 16 de diciembre, los transportistas sabrán si la Comisión Europea incluye en su nuevo paquete legislativo la obligación de contar con un número mínimo de vehículos eléctricos. El órgano que preside Ursula von der Leyen iba a presentar este miércoles 10 una batería de medidas con, entre otras iniciativas, una revisión de los límites de emisiones de CO2 para coches y furgonetas, una estrategia para impulsar la producción de baterías para coches eléctricos y estímulos a la demanda de vehículos limpios para las flotas corporativas (en este último ámbito es donde contempla imponer un mandato obligatorio para operar vehículos eléctricos). Sin embargo, ha retrasado casi una semana la presentación de este paquete legislativo –hasta el martes 16– ante las fuertes presiones que recibe desde varios sectores y países.
Los transportistas han dejado claro con decenas de iniciativas que rechazan la obligación de operar con camiones eléctricos. Los consideran inoperables en la larga distancia por la falta de puntos de recarga, la autonomía insuficiente y porque su coste de adquisición triplica al de los camiones convencionales. Por otro lado, los fabricantes de vehículos y asociaciones ecologistas presionan para que se apruebe esta medida. Entre los países también hay división: algunos, con Francia a la cabeza, están a favor, los países del este están completamente en contra y España, por ejemplo, se sitúa en una opción intermedia. CETM, la principal patronal del transporte por carretera en España, ha pedido apoyo al ministro Óscar Puente para que rechace este mandato obligatorio.
Como las normas que presentará la Comisión se dirigirán a flotas corporativas, es posible que la obligación sea solo para coches de empresa y comerciales ligeros. La Federación Nacional Empresarial de Alquiler de Vehículos (Feneval), también ha expresado su rechazo a esta posibilidad, que no afectaría al transporte pesado por carretera: "Supondría un freno a la competitividad de las empresas de cualquier sector en Europa".
Sobre la revisión del Reglamento de los límites de emisiones para coches y furgonetas, que en principio prohibirá la venta de estos vehículos con motor de combustión a partir de 2035, se espera que la Comisión flexibilice los plazos o deje abierta una posibilidad clara a combustibles de bajas o nulas emisiones. En todo caso, lo que presente el Ejecutivo comunitario el martes tendrá que ser debatido por el Parlamento y los distintos países, representados en el Consejo.
Paquete de Redes Europeas
Lo que sí presentó el miércoles 10 la Comisión Europea fue el Paquete de Redes Europeas, que si bien no está dirigido únicamente al transporte eléctrico también lo abarca. Es un grupo de normas pensado para fortalecer y asegurar el futuro de las redes eléctricas con medidas para acelerar la planificación de la red, simplificar y agilizar la tramitación de permisos (por ejemplo, para los puntos de recarga), mejorar las interconexiones transfronterizas (como entre Francia y España) y orientar las inversiones con visión de futuro. Junto con la iniciativa Autopistas de la Energía, establece una visión a largo plazo para apoyar la transición hacia la electrificación, el hidrógeno y los sistemas energéticos digitalizados.
Para Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de la patronal de transporte internacional Astic, que Bruselas haya tenido que presentar un paquete para impulsar estas redes "es un reconocimiento palmario de que la electrificación va fatal y de que no hay manera de cruzar Europa con un camión eléctrico".