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Objetivo: Next Generation EU
Objetivo: Next Generation EU

Digitalización, comodalidad, puertos, Brexit, pandemia, Mobility Package, morosidad, deslocalización, peajes, conductores, neutralidad de emisiones, las 44 toneladas… La “nube de palabras” que envuelve a nuestro sector cada vez es más compleja y caótica y es que vivimos una época convulsa en la que la toma de decisiones desde el punto de vista empresarial es extremadamente difícil ya que son múltiples y variadas las problemáticas, incertidumbres y retos a los que se enfrenta el transporte por carretera en nuestro país, que constantemente debe adaptarse a estos nuevos escenarios.

Algo de lo que sí estoy seguro, como directivo de Astic, es de que todos estos desafíos serán mucho más “digeribles” si el tejido empresarial del sector gana decididamente peso. En el “mapa” empresarial general de nuestro país, formado por 2,87 millones de empresas, el 90% son pequeñas empresas (menos de 50 trabajadores) y el 70% son micropymes (menos de una decena de empleados). En España solo hay unas 4.700 compañías dentro de la clasificación de ‘gran empresa’ (250 trabajadores o más). Esto, desde luego, es un hándicap para competir y sacar provecho de las oportunidades que ofrece un mundo globalizado. Lo mismo o peor, le sucede a nuestro sector, que sufre el mal endémico del tamaño medio de las empresas que lo componen. La nuestra es una industria extremadamente fragmentada, donde el 80% de las compañías tienen menos de 5 vehículos. Creo que es esencial que nuestras empresas transportistas ganen tamaño. Un modelo de empresa fuerte, con capacidad productiva, potencial de crecimiento y generadora de empleo de calidad, que nuestro presidente, Marcos Basante, ha vuelto a reivindicar en nuestra Asamblea General, celebrada hace pocos días.

Ya estamos apremiando al ministerio para que no se cometa la injusticia de dejar a nuestro sector al margen de los fondos Next Generation asignados a España

Un encuentro en el que el director general de Transporte Terrestre del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Jaime Moreno; el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi; y el secretario general de la IRU, Umberto de Pretto, coincidieron al manifestar que sin un sector del transporte por carretera sano y robusto la recuperación económica de España -y del mundo- es inviable. Algo sabemos, tras 60 años largos de existencia, en nuestra organización de pelear en esta clase de batallas; ya estamos apremiando al ministerio para que no se cometa la injusticia de dejar a nuestro sector al margen de los fondos Next Generation asignados a España. Porque esta inyección de fondos es clave para acelerar la transformación de un sector en el que urge reforzar su tejido empresarial.

Es comprensible que al hablar de descarbonizar y digitalizar como envoltorios de cualquier discurso, la imagen de un camión rodando por el asfalto le pueda parecer a más de uno, entre tantos que desconocen la realidad y siguen anclados en clichés del pasado, lo menos deseable a la hora de aplicar estos fondos de la Unión Europea. Pero es que no podemos olvidar que esos camiones y los profesionales que los hacen “vivir” demostraron durante los meses más duros de la pandemia su compromiso con la sociedad, trabajando en primera línea para garantizar el suministro de bienes de primera necesidad a los hogares, los comercios y los sectores productivos. Cuando todos nos aferramos al lema #QuédateEnCasa ellos abanderaron el suyo propio: #EnRutaPorTi.

Cuando uno disfruta del primer cortado del día no se para a pensar que la leche está en su nevera gracias a que un camión cisterna la ha trasladado desde la explotación ganadera hasta la industria láctea y de aquí, en otro camión, hasta nuestro supermercado. Nuestro sector a menudo es “invisible” y la brusca irrupción del coronavirus causante de la Covid-19, al menos sirvió para que las empresas transportistas y sus equipos humanos fueran un poco más visibles. El transporte por carretera ha sido, es y será estratégico para la economía española -antes, durante y después de la pandemia-, por eso esperamos que los aplausos desde los balcones a las ocho de la tarde y los reconocimientos, como la medalla de la Orden del Mérito Civil que la semana pasada el Rey Felipe VI entregó a uno de los miles de transportistas cuya labor fue esencial durante la pandemia, no se diluyan, sino que se materialicen en un reconocimiento a un sector al que todos debemos tanto.

No es justo que, por mera conveniencia estética de los políticamente correctos, los operadores de transporte por carretera queden fuera de los planes de recuperación y transformación; al margen de los planes de inversión de este impulso multimillonario de la UE. El sector del transporte internacional de mercancías en España es un referente en Europa (somos el segundo país que más mercancía mueve por carretera en la UE con una cuota de mercado del 16 %, solo por detrás de Polonia) y es el torrente sanguíneo que alimenta nuestro sistema económico internacional y doméstico. ¿Se necesitan más razones para apoyarlo?

Sobre el autor

Ramón Valdivia es vicepresidente ejecutivo de Astic, miembro del Comité Ejecutivo de Presidencia de la Unión Internacional de Transporte por Carretera (IRU) y vocal de la Junta de Gobierno de la CEOE. Ingeniero Industrial por la Universidad Politécnica de Madrid, fue director general de Iveco entre 2005 y 2011, además de otras responsabilidades profesionales.

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