No se puede dudar de la conveniencia de contar con un buen seguro de transporte de mercancías por carretera. Pero las dudas sí que aparecen a la hora de elegir la modalidad de contratación, ya que el tomador dispone, en este sentido, de múltiples posibilidades.

Y es que las compañías de seguros pueden cubrir cualquier riesgo derivado del transporte, por raro o improbable que sea, además de confeccionar una especie de “traje a medida” para cada necesidad particular.

Qué es un seguro de transportes terrestre

Se trata de un producto asegurador que puede cubrir cualquier daño o perjuicio económico derivado del acto del transporte de mercancías por vía terrestre.

Por ejemplo, supongamos que un camión sufre un accidente sin que la mercancía se vea afectada, pero el retraso causado por el percance provoca que esta no sea entregada a tiempo para su estiba en un buque.

Si el siguiente buque con idéntico destino no parte hasta quince días después, el receptor de los bienes puede sufrir un grave percance económico, derivado de ese segundo retraso.

En este hipotético caso, un seguro de transporte por carretera que contemple ese riesgo en su articulado cubrirá las posibles compensaciones económicas que el receptor de la mercancía pudiese reclamar al transportista.

¿A quién le interesa contratar un seguro de este tipo?

A todas las partes implicadas en una operación que precise del transporte de mercancías por carretera, a saber:

Propietarios de la mercancía (durante el transporte, el propietario puede ser el vendedor o el comprador, según se especifique en el contrato de compraventa). Intermediarios, como las agencias de transporte, los agentes comisionistas o los transitarios. Responsables de la guarda y tutela de ciertos bienes de especial valor, como los organizadores de eventos relacionados con la exposición y el traslado de obras de arte.

Coberturas incluidas

En un seguro de transporte por carretera pueden incluirse, según la elección del tomador, prácticamente todos los riesgos que puedan presentarse durante el trayecto, como:

Daños en la mercancía por accidente del vehículo de transporte Desperfectos producidos en las maniobras de estiba y desestiba Deterioros fortuitos durante el transporte Sustracciones y robos Retrasos en la entrega o ausencia de entrega Retrasos por sucesos sobrevenidos, como huelgas, confinamientos obligatorios o el establecimiento del estado de excepción Daños por agua y humedad, siempre que la mercancía esté correctamente embalada Incendio de la mercancía por cualquier causa

La única excepción es la combustión espontánea, un riesgo que únicamente afecta a un ínfimo porcentaje de mercancías altamente inflamables.

Modalidades de contratación

La flexibilidad es la norma en lo que se refiere al cálculo de la prima del seguro. Estas son las diferentes modalidades de pólizas de seguro de transporte terrestre:

Seguro a prima fija

La prima es anual y se establece a tenor del capital máximo a cubrir, establecido libremente por el tomador del seguro.

Seguro a prima flotante

Es obligatorio comunicar a la aseguradora los detalles de cada viaje, estableciéndose la prima en función de la carga y el trayecto.

Seguro a prima flotante fija

Ha de comunicarse el volumen anual de lo que se prevé transportar. La prima se regulariza finalmente al alza o a la baja, dependiendo de si el volumen anual real resulta ser superior o inferior al previsto.

Seguro de cobertura única

Su objeto es cubrir los riesgos que pueda sufrir una determinada mercancía en un viaje único.

En definitiva, siempre existe una solución aseguradora de transporte que encaja como un guante en cada necesidad específica, combinando la seguridad del tomador y la versatilidad económica de la operación.