Los Ayuntamientos de Madrid y Barcelona han aprobado este jueves la prohibición de todo vehículo que no esté propulsado mediante tracción animal a partir del 1 de enero. Esto afectará también a la distribución urbana de mercancías, que solo se podrá llevar a cabo mediante "carros de caballos, mulas o asnos", según han aprobado por unanimidad estas dos ciudades en sendos plenos extraordinarios. Las asociaciones de transportistas han reaccionado unánimemente a favor de esta medida.

Los empresarios del transporte advierten, sin embargo, que los Consistorios deben tener en cuenta las emisiones de los diferentes tipos de animales: "No es lo mismo hacer la distribución con caballos que con asnos, puesto que los estudios demuestran que los primeros emiten un 50% más de CO2 que los últimos", ha señalado la asociación Fenadismer en un comunicado.

El apoyo de los transportistas a la medida sorprende porque llevaban meses lamentando la prohibición de entrada al centro de Madrid a los vehículos ligeros con distintivo ambiental B. Han sido precisamente estas protestas las que han provocado al alcalde madrileño, José Luis Martínez Almeida, ir un paso más allá: "Pues mira, ya ni distintivo B, ni Eco, ni 0 emisiones. En carro, como toda la vida", ha exclamado Almeida al inicio del pleno, lo que ha provocado el aplauso de los 57 concejales del PP, Más Madrid, PSOE y Vox. 

Jaume Collboni, alcalde de Barcelona, ha reaccionado al momento y ha convocado un pleno extraordinario para aprobar una medida idéntica en la Ciudad Condal: "No estoy muy de acuerdo, pero tampoco es cuestión de dejarnos pisar por Madrid", ha susurrado antes de aprobar la ordenanza municipal, también por unanimidad.

Cuatro días para entrar en vigor

Como la norma se ha aprobado de manera precipitada, a solo cuatro días de entrar en vigor, los Ayuntamientos de ambas ciudades reconocen que irán aprobando mejoras a medida que perciban los problemas que se generen. De momento, Almeida ya ha explicado que Madrid dispondrá de abrevaderos en las zonas de carga y descarga para que los animales puedan alimentarse.