Las principales asociaciones de transportistas esperan que el nuevo ministro del ramo, Óscar Puente, continúe y amplíe la senda legislativa iniciada por su antecesora, Raquel Sánchez, a la que agradecen su trabajo. Se refieren, en gran medida, a las medidas pactadas en diciembre de 2022, así como a mejorar la Ley de la Cadena del Transporte, que se aprobó con el objetivo de que los transportistas no trabajaran por debajo de costes. En el texto de esta ley se menciona la futura limitación de la subcontratación, un tema que no se cerró en la pasada legislatura.

CETM, la patronal mayoritaria del sector, ha emplazado al nuevo ministro a mantener una reunión lo antes posible. La asociación destaca entre las tareas pendientes "cuestiones fundamentales como la mejora de la Ley de la Cadena del Transporte, la necesidad de aparcamientos seguros y vigilados, la puesta en marcha el plan para atraer jóvenes a la profesión, la modificación de la normativa de masas y dimensiones o la ampliación de la bonificación de los carburantes para el sector, entre otros".

Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de Astic, reconoce que en el periodo en el que ha estado al frente Raquel Sánchez del Ministerio el "sector ha conseguido materializar reivindicaciones históricas", por lo que su prioridad es "continuar avanzando dentro del marco legislativo impulsado en 2022 tras los acuerdos alcanzados entre el Ministerio de Transportes y el Comité Nacional del Transporte por Carretera".

Astic desgrana los desafíos que están en la agenda del nuevo ministro, que en gran medida coinciden con los marcados por CETM: "Armonización legislativa europea y nacional (desde la calendarización de las restricciones a la circulación de camiones hasta las características de pesos y dimensiones de los vehículos); medidas urgentes para paliar la escasez de conductores profesionales (necesitamos unos 15.000 transportistas de mercancías y 6.000 de pasajeros); creación de áreas de descanso y parkings seguros y confortables para camiones. Asimismo, este sector demanda corredores específicos para el transporte de mercancías 24/7 sin restricciones a la circulación; aligerar la asfixiante carga impositiva y de costes sociales (el transporte por carretera desembolsa 12.000 millones de euros anuales a las arcas públicas, la mayor parte procedente del Impuesto Especial sobre los Hidrocarburos); e impulsar el crecimiento empresarial para acabar con la hiperatomización del sector".

Intermodalidad y sostenibilidad

Astic, que agrupa a empresas de transporte internacional, recuerda la importancia de la intermodalidad. Asimismo, pide la consecución de una transición energética realista, justa e inclusiva. "Reclamamos neutralidad tecnológica de forma que se incentive el uso de un mix energético que, además de la electricidad, también contemple el hidrógeno verde, el gas natural vehicular y los combustibles renovables. Es clave que no discrimine ninguna de estas energías limpias para que sean las propias empresas las que decidan libremente qué energía ‘verde’ utilizar para propulsar sus camiones, autobuses y furgonetas, según recorran rutas internacionales, nacionales o de última milla", indica Valdivia.