Sector | Cinco mitos que rodean a los camiones propulsados por autogás

El autogás se ha convertido en la principal opción de compra en el mercado de vehículos propulsados por combustibles alternativos, explican desde BeGas.

El elevado desembolso económico, la dificultad para recargar o la imposibilidad de remotorización, son algunos de los falsos mitos.
Existen más de 700 estaciones de servicio a nivel nacional que suministran autogás.

La empresa de fabricación de motores 100% autogás BeGas ha querido "desmontar" los mitos que hay sobre el autogás como combustible de camiones. "Conscientes de la importancia de contribuir a la sostenibilidad del transporte de personas y mercancías, las empresas de la industria del motor y las administraciones públicas están impulsando nuevas formas de movilidad sostenible que tienen como objetivo reducir las emisiones contaminantes y mejorar la calidad del aire de nuestras ciudades", explican desde la compañía. 

A lo largo de 2019 se alcanzaron un total de 24.290 matriculaciones de vehículos de autogás en España

El autogás es una mezcla de butano y propano cuyo consumo se ha incrementado un 50% en la última década. El autogás ya propulsa 27 millones de vehículos en el mundo, 15 de ellos en Europa, especialmente en Italia, Alemania y Polonia. En el caso de España, según la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), a lo largo de 2019 se alcanzaron un total de 24.290 matriculaciones de vehículos de autogás.

Cinco mitos

Los expertos de BeGas han analizado las principales características de estos vehículos y "las falsas creencias" entorno a ellos:

  • La remotorización de un modelo creado para diésel no es viable. No lo era hasta que BeGas, tras cinco años de investigación, demostró que sí, apuntan. Su solución permite acompañar a camiones y autobuses urbanos en sus últimos años de vida con un motor ecológico. Gracias a la sustitución del motor diésel por su motor 100% autogás se evita el achatarramiento del vehículo y la generación de más de 16.000 kg de residuos. De este modo, contribuye a la economía circular, además de reducir drásticamente las emisiones contaminantes. 
  • Implican un gran desembolso económico. El precio es otro de los puntos fuertes del autogás, ya que oscila entre un 40% y un 50% menos que el de los combustibles convencionales, lo que permite a las flotas ahorrar hasta un 36% en gastos de combustible. Además, la remotorización de vehículos diésel por el BeGas AVG supone un importante ahorro adicional. 
  • Es difícil encontrar puntos de suministro. Actualmente existen más de 700 estaciones de servicio a nivel nacional que suministran autogás y la implantación de surtidores de este combustible en las instalaciones de los usuarios es muy sencilla. El modo en que se recarga es similar al de la gasolina o el diésel, por lo que, las empresas o departamentos de transporte de las administraciones públicas, no tendrán que invertir grandes cantidades en instalaciones ni en un aprendizaje extra para sus conductores, ya que estos están totalmente familiarizados con el sistema. 
  • Apenas reducen las emisiones contaminantes. Todos los vehículos propulsados por autogás gozan de la etiqueta Eco de la DGT. De hecho, consiguen emisiones de CO2 más bajas que las de los diésel más modernos. Además, los vehículos con motores BeGas reducen hasta un 90% las emisiones de otros gases contaminantes, como los NOx o las partículas en suspensión y, también contribuyen a la disminución de la contaminación acústica en las ciudades, pues logran niveles de ruido un 50% inferiores que los vehículos diésel.
  • No es un combustible seguro. El autogás no es tóxico ni corrosivo y como es un gas no ocasiona derrames.

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