Sector | La muerte de los ángulos muertos

La DGT por un lado y los fabricantes por otro dispuestos a reducir la siniestralidad urbana.

La muerte de los ángulos muertos
La DGT y los fabricantes afanados en reducir la siniestralidad urbana.

El pasado 4 de octubre de 2021 la DGT publicaba una instrucción en la que daba a conocer la nueva placa de advertencia de peligro de ángulos muertos en vehículos de transporte de pasajeros y mercancías. Ese mismo día nos hacíamos eco de la noticia en este medio, detallando para qué tipo de vehículos estaba destinada.

La introducción de esta señal es una buena excusa para justificar su necesidad, y por qué no, recordar de paso otro detalle que caracteriza a un gran número de vehículos industriales. Me refiero al “barrido” que provocan sus voladizos traseros, y cuyo comportamiento también es desconocido por algunos conductores, motociclistas, ciclistas, peatones y en definitiva usuarios de la vía pública.

No solamente los autobuses, y los microbuses presentan una zaga notable, algunos camiones grúa y otros que no lo son, pero que permiten la elevación de su último eje son especialmente “peligrosos” si nos aproximamos en exceso cuando se disponen a trazar una curva muy cerrada. Este tipo de desplazamiento también sucede con los vehículos articulados cuando se dan las mismas circunstancias, que además ven como su ángulo muerto aumenta exponencialmente.

Volviendo a la placa de advertencia de ángulos muertos, en la imagen que introduce este post se puede ver con claridad la escasa zona de visibilidad de la que dispone un conductor de un camión clásico sin sistemas de apoyo. En la actualidad son ya varias las marcas que ofrecen soluciones que mejoran la visibilidad, reduciendo al mínimo (casi a cero) los puntos ciegos, o que al menos avisan de la presencia de objetos o personas.

Los más conocidos, y empleados ya desde hace años en los turismos son los sensores de aproximación (o aparcamiento), que alertan con una señal acústica cuando detectan la presencia de algún obstáculo, y que incorporan muchos furgones.

Por otro lado, radares y cámaras  son las tecnologías más empleadas. Los primeros tienen una función de nuevamente de advertencia, aunque los sistemas más evolucionados pueden incluso intervenir en el sistema de frenado.

Por su parte las cámaras sí que amplían visualmente el campo de control del conductor, asociadas siempre a pantallas que han ido ganando pulgadas y nitidez con el paso de los años. En la actualidad podemos encontrar cámaras para mostrarnos el frontal, la trasera y los laterales del vehículo, y visualizar estas imágenes en la ya habitual pantalla de la consola central o incluso en el propio retrovisor interior.

También es posible obtener una imagen "aérea" del vehículo gracias al software que aglutina las distintas informaciones que le proporcionan las cámaras perimetrales. Los retrovisores exteriores también están siendo sustituidos por cámaras y tabletas que incorporan algunas funciones adicionales de seguridad, pero no hay que olvidar que, de momento, son muchos más los camiones y furgones circulando con los puntos ciegos esquematizados en la imagen inicial, que los que lo hacen con estos sistemas.

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