Podríamos empezar por recordar las virtudes de la S Highline, la mayor de las cabinas que el fabricante de Södertälje comercializa en nuestro país, porque es un referente en soluciones que han ido adaptando otras marcas, especialmente en los detalles que atañen a la ergonomía, pero el nuevo trece litros pide preferencia.

Y se la damos, porque lo de este propulsor, o mejor dicho, esta nueva cadena cinemática es “súper fuerte”. Para poner en situación al lector, en diciembre del pasado año Scania nos mostraba en sus instalaciones de Södertälje su nueva generación de motores de trece litros (anunciada en julio de 2021), e incluso tuvimos ocasión de conducir distintas unidades por sus instalaciones y alrededores.

La nueva planta motriz nace con cuatro niveles de rendimiento (420, 460, 500 y 560 cv), para compartir catálogo con los acreditados DC13 “de culatines” (370, 410, 450, 500 y 540 cv ). Los recién llegados mejoran levemente en potencia respecto a sus equivalentes anteriores, salvo curiosamente nuestro protagonista, pero les pegan un buen pellizco en el apartado de par motor, con unos incrementos de 150 Nm en el caso de las dos versiones menos musculadas y 100 Nm para las dos restantes más vitaminadas.

Estas diferencias adquieren especial relevancia si tenemos en cuenta que la última evolución de esta cadena cinemática fue en septiembre de 2016 y la variante de 540 cv se introdujo en octubre de ¡2019!

En el caso que nos ocupa (la variante de 500 cv), ese centenar adicional de Nm se mantienen durante 120 revoluciones más y se entregan 100 revoluciones antes (a 900 rpm).

Con estos números, esta nueva versión de 500 cv se aproxima bastante a la conocida de 540 cv sobre el papel, y mucho más sobre el asfalto cuando aprovechamos las opciones que nos ofrece Scania en esta configuración.

Una de ellas es el grupo reductor del eje motriz que abandona el sempiterno 2,59:1 en favor de un 2,31:1 que alarga la zancada en terreno llano para alcanzar los 85 km/h con tan solo 1.060 rpm del cigüeñal en directa (12ª) o ¡830 rpm! en overdrive (esta supermarcha, ya conocida y testada anteriormente, desmultiplica el régimen a la salida de la caja de cambios en 0,79:1).

Otra viene de la mano de los modos de conducción disponibles. Cuando el terreno se endurece, el modo estándar se muestra especialmente eficiente por encima del Eco, pues aúna una buena gestión del consumo sin renunciar a una velocidad media comercial elevada.

Ésta ha sido nuestra elección para afrontar el tramo más duro de nuestra prueba, que recorre la A1 hasta Aranda de Duero, dejando por el camino además del puerto de Somosierra, subidas tan significativas como la de El Molar, La Cabrera, Lozoyuela, y otras igual o más duras aún pero sin nombre, como el pk 56 que antecede al alto de la Cabrera, y que supone la mayor dificultad para las mecánicas en este recorrido hacia la tierra del cordero y el vino.

Volviendo al modo estándar (siempre estamos hablando de hacer uso del Scania Active Prediction) decidimos programar una velocidad de crucero de 85 km/h dejando margen al sistema para que juegue con -4 km/h por debajo y +5 km/h por encima, para no superar la velocidad máxima permitida y obtener así un buen compromiso entre velocidad media y consumo.

El programador de velocidad de Scania permite en este modo (estándar) elegir entre -2, -4 y -6 km/h en la cesión de velocidad (en el modo Eco estas opciones son -8, -10 y -12 km/h). Para el tramo más llano hemos repetido la misma velocidad en la programación (85 km/h) y hemos seleccionado el modo Eco, pero interviniendo cuando hemos estimado oportuno para mantener una velocidad comercial elevada.

Con estas premisas, el 500 S ha marcado registros de récord en ambos terrenos:

• Con una soberbia velocidad media de 81 km/h hasta Aranda de Duero rebajando la barrera de los 40 l/100 km (39,9 l/100 km). Muy pocos han sido los modelos, en más de un centenar de pruebas, que han bajado de la “cuarentena” en ese tramo (con "el Somosierra" de por medio), pero ninguno recordamos que lo haya conseguido con una velocidad media de 81 km/h.
• En llano, cerrando una tarjeta de 24,7 l/100 km repitiendo casi la misma velocidad media de 81,5 km/h.

¿Y en los descensos qué?

Efectivamente hemos coronado puertos y llaneado, pero ahora toca descender para llegar a dos conclusiones más:

1. Que con la nueva culata el bloque retiene más que los DC13 con culatines gracias al CRB (freno de liberación por compresión) que proporciona 354 kWh a 2.400 rpm, aunque no es un sustituto del retarder. Destaca su rendimiento a medio régimen. El freno de escape proporciona 200 kW en este caso.
2. Que con el nuevo desarrollo de grupo (2,31:1), la “super” marcha (0,79:1) y un Eco-roll gestionado por la mejor electrónica del mercado (el ralentí por momentos nos recordaba el de una Harley Davidson, girando por debajo de las 500 rpm), este 500 S Super se sitúa a Scania a la cabeza en el apartado de consumo de combustible por enésima vez…