Los representantes de los 27 países de la UE (con el voto favorable de España) se han posicionado en contra de que las furgonetas tengan que pasar pruebas de emisiones con más frecuencia, sino que pretenden que los vehículos comerciales ligeros se incorporen al sistema de inspección de emisiones en carretera. El mismo sistema que ya se utiliza con los vehículos de mercancías de más de 3,5 toneladas. Es decir, no asume la propuesta de la Comisión de realizar inspecciones específicas de emisiones de escape anuales a las furgonetas.

El Consejo de ministros de la UE de Transporte de este jueves ha fijado su enfoque sobre la modificación de tres directivas europeas relacionadas con el control técnico de los vehículos. Los textos finales serán los que finalmente salgan de la negociación entre Consejo y Parlamento Europeo, que todavía no se ha posicionado sobre este tema. 

De momento, la Organización Internacional del Transporte por Carretera –la IRU, que representa a las empresas de transporte– ha aplaudido la postura del Consejo, que "logra un equilibrio pragmático entre ambición y viabilidad. Evita pruebas innecesarias para vehículos comerciales ligeros, reduce la lista de nuevos dispositivos electrónicos de seguridad y, con razón, mantiene la teledetección como voluntaria". IRU también se felicita de que los países hayan decidido que las comprobaciones de seguridad de la carga también se limitarán a inspecciones visuales.

Para no introducir pruebas anuales de emisiones a las furgonetas, el Consejo explica en una nota de prensa que espera que en el futuro haya un avance significativo en la eficiencia de las pruebas regulares de emisiones con la introducción de nuevos métodos de medición de emisiones de NOx y número de partículas, que puedan complementarse con la teledetección de emisiones en la red vial en general.