“IRU da la bienvenida a las medidas temporales para apoyar la actividad económica y el empleo en toda la UE, pero se quedan cortas”, expresa Raluca Marian, directora del departamento de la Unión Europea de IRU. “Las exenciones a las ayudas estatales son limitadas y no específicas del transporte. El plan necesita medidas específicas para apoyar a los operadores de transporte por carretera que luchan con precios de combustible fuera de control y se enfrentan a una crisis de flujo de efectivo”.
Los precios del combustible han aumentado hasta un 80% desde enero de 2021. El combustible representa el 30% de los costes de un operador comercial de transporte por carretera, pero a menudo es imposible trasladar los aumentos de costes a sus clientes, se queja la IRU.
La asociación asegura que con márgenes estrechos y condiciones comerciales restrictivas, varias del millón de empresas de transporte por carretera de la UE están al borde del colapso financiero, especialmente más del 80% que son pequeñas empresas con menos de diez vehículos.
“A menos que reciban el apoyo de fondos públicos, muchas empresas de transporte por carretera quebrarán en las próximas semanas y meses, creando brechas significativas en las cadenas de suministro y las redes de movilidad de la UE”, agregó Raluca Marian.
