Los países miembros de la Unión Europea, representados en el Consejo de la UE, han fijado su posición común sobre el Reglamento sobre las normas de emisiones de CO2 para vehículos pesados. Los 27 Estados han acordado modificar la definición de vehículo pesado de cero emisiones para reducir aún más cuáles se pueden incluir en esta categoría.

Los propulsados por hidrógeno seguirán estando en la categoría de cero emisiones. Además, han añadido un subgrupo de combinaciones especiales de vehículos pesados, para tener en cuenta sus características, "también en lo que respecta a su eficiencia energética". Esto quiere decir que proponen que el Reglamento sea más flexible con los camiones que son más pesados o más largos que los camiones estándar. 

Respecto al calendario de reducción de emisiones de estos vehículos, que toma como base las emitidas en el año 2019, mantienen casi intacta la propuesta de la Comisión Europea: un 45% menos de emisiones a partir de 2030, un 65% en 2035 y un 90% en 2040. De estos objetivos quedan exentos los vehículos utilizados en la minería, la silvicultura y la agricultura, los utilizados por las fuerzas armadas y servicios de bomberos, los de protección civil y atención médica, así como los de recogida de basura. Para los autobuses urbanos pactaron un objetivo más ambiciosos; que sean completamente de cero emisiones a partir de 2035.

Negociación con el Parlamento

Estas son las principales medidas acordadas por los ministros de Transición Ecológica de la UE en el consejo de la UE de este lunes. El texto final del Reglamento sobre las normas de emisiones de CO2 para vehículos pesados será el que salga de la negociación entre el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo. Es probable que finalmente el Reglamento tengo unos objetivos menos ambiciosos que los fijados en el Consejo, puesto que algunos eurodiputados buscan que el objetivo final de reducción de emisiones sea del 75% en 2040, en vez del 90% acordado por los países miembros y que también era la propuesta de la Comisión.

La reunión de ministros de Transición Ecológica se ha celebrado en Madrid, puesto que España ostenta este semestre la presidencia de la Unión Europea. La ministra española del ramo, Teresa Ribera, ha asegurado tras el consejo que el texto acordado logra un equilibrio entre mantener la ambición de la propuesta de la Comisión y permitir a los Estados miembros cierta flexibilidad en la implementación: "Con el acuerdo de hoy hemos reafirmado nuestro compromiso de alcanzar nuestros ambiciosos objetivos climáticos. Al mismo tiempo, garantizamos la competitividad de la industria, aclarando la hoja de ruta para nuevas inversiones".

Los transportistas han mostrado su rechazo a la posición conjunta de los ministros. "Lamentablemente, han votado a favor de los mismos objetivos de reducción de emisiones propuestos originalmente por la Comisión Europea", ha asegurado en un comunicado la organización internacional del transporte por carretera, IRU. Los transportistas destacan como nota positiva que la propuesta del Consejo de la UE "ofrece una flexibilidad muy necesaria para los camiones de alta capacidad: vehículos que son más pesados o más largos que las combinaciones estándar y para los cuales las alternativas de propulsión son –actualmente y en un futuro próximo– extremadamente limitadas". 

Sin embargo, el acuerdo del Consejo de la UE ha contentado a la asociación ecologista Transport & Environment (T&E), que insta al Parlamento Europeo "a aumentar su ambición". Así se ha expresado Carlos Bravo, responsable de la campaña de transporte de mercancías de T&E España: "La UE ha dado un paso importante hacia un transporte por carretera más ecológico. Al apoyar los objetivos de la Comisión, el Consejo ha establecido el estándar mínimo para avanzar en la descarbonización de este sector. Ahora pedimos a los eurodiputados que aumenten la ambición de la norma para 2030. Los fabricantes de camiones necesitan una señal clara para apostar por los camiones de emisiones cero y competir con Tesla y sus rivales chinos".