El transporte de mercancías por carretera afronta este año 2025 una fuerte presión sobre sus costes operativos: el gasóleo ha alcanzado un pico del 15% en verano, se han incrementado los peajes (+0,92%), el mantenimiento (+2,7%) y los seguros (+7,1%), mientras que las tensiones laborales elevan los salarios. A esto se suma un entorno regulatorio más estricto: CSRD, ISO 14083, facturación electrónica, eFTI y nuevas obligaciones de trazabilidad y sostenibilidad impulsadas por los clientes y la normativa europea.
En este contexto, los modelos tradicionales de gestión de gastos —basados en múltiples tarjetas, justificantes físicos y conciliaciones complejas— se vuelven ineficientes, generando pérdidas de tiempo, exposición al fraude y retrasos en la recuperación del IVA, apuntan desde la compañía C2A.
"La solución pasa por unificar los pagos y digitalizar la gestión, integrando una tarjeta única (bancaria y de combustible), válida en una red multimarca europea", explican desde C2A, empresa que pone en valor sus soluciones, que "permiten ahorrar hasta un 12% en combustible y controlar los gastos en tiempo real, con reglas personalizadas por tipo de gasto, geolocalización o franja horaria". Además, este tipo de herramientas se integran fácilmente con los TMS mediante API, evitando interferencias y mejorando la trazabilidad contable y ambiental, añaden. La simplificación ya no es una comodidad, sino una ventaja competitiva: menos costes fijos, mayor control, cumplimiento garantizado y datos listos para responder a los nuevos desafíos regulatorios.