La compañía de tecnología y servicios Bosch apuesta por el HVO (siglas en inglés de aceite vegetal hidrogenado) para la descarbonización de sus operaciones logísticas. Este biocombustible, que se consigue a partir de materias primas renovables como residuos de aceite y grasas vegetales, es la elección de la compañía para alcanzar su objetivo de reducir un 15% las emisiones de CO2 en toda su cadena de valor para el año 2030, tomando como referencia el año 2018.
Bosch defiende que el uso de este combustible en el transporte de mercancías supone un paso significativo hacia la descarbonización de la industria transportista en España: "El HVO ofrece varias ventajas clave; por un lado, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, y, por otro, al ser producido a partir de materias primas renovables, es una opción más sostenible y respetuosa con el medio ambiente en comparación con los combustibles fósiles tradicionales. Su compatibilidad con los motores diésel existentes permite que no sea preciso llevar a cabo modificaciones en los vehículos".
La compañía señala que, con la utilización del mismo, puede lograrse una reducción de hasta el 80% de emisiones de CO2, lo que equivale a más de 200 toneladas al año, sin necesidad de realizar modificaciones en la flota de vehículos (Euro 5 y 6).