Los envíos de comercio electrónico han pasado de 538 millones en 2019 a 1.303 millones en 2024, según datos de la patronal UNO. La asociación cree que este auge -casi se han triplicado los envíos- ha consolidado a la logística como un sector económico clave en entornos urbanos e interurbanos, capaz de gestionar más de 3,3 millones de paquetes diarios con apenas un 0,001% de incidencias.
Así lo ha destacado el presidente de UNO, Francisco Aranda, en el marco de la jornada 'Logística y Distribución Urbana de Mercancías (DUM), hacia los nuevos modelos de ciudad’, celebrada este jueves en Sevilla con el apoyo de la Confederación Empresarial de Sevilla (CES). Aranda ha presentado un análisis en el que destaca que actualmente el 94% de las empresas logísticas ya utiliza soluciones tecnológicas para optimizar su operativa. Entre las más extendidas se encuentran los softwares de optimización de rutas, la IA y análisis de datos, la automatización de almacenes, y las plataformas de trazabilidad en tiempo real, “herramientas que permiten anticipar la demanda, reducir desplazamientos innecesarios o mejorar la eficiencia energética”, ha explicado Aranda.
El presidente de UNO ha detallado también los principales desafíos que enfrenta actualmente la distribución urbana de mercancías: "El coste de entrega es el mayor obstáculo identificado por los operadores logísticos, señalado por el 31%; seguido de la sostenibilidad y reducción de emisiones (24%), y los tiempos de entrega y eficiencia operativa (21%). A ello se suma la experiencia del cliente y el seguimiento del pedido (12%), los reintentos de entrega (7%) y, en menor medida, la disponibilidad y optimización de rutas (5%)".
Medio ambiente
En el ámbito medioambiental, más de la mitad de las empresas del sector (59%) afirma que la sostenibilidad es ya una prioridad estratégica o que están adoptando medidas activamente para avanzar en esta dirección, mientras que el resto explora opciones pese a los retos operativos y de costes.
Pero el análisis constata que el compromiso medioambiental del consumidor aún no se traduce en una disposición real a asumir sobrecostes: solo el 1% de los operadores asegura que sus clientes están dispuestos a pagar un extra por envíos sostenibles.
La regulación de la DUM constituye otro de los grandes puntos de fricción: el 40% de los operadores afirma que la normativa vigente les ha obligado a implementar soluciones como hubs urbanos y flotas más sostenibles; un 30% denuncia que estas regulaciones han incrementado sus costes operativos, especialmente en la última milla; mientras que el 19% ha tenido que modificar rutas y horarios para adaptarse a determinadas restricciones. Solo un 11% considera que la normativa no ha tenido un impacto relevante en su operativa. “La adaptación a unas exigencias cada vez más complejas está incrementando los costes y dificultando la planificación eficiente de nuestras empresas”, ha alertado Aranda.