Tras unos meses de agosto y octubre en los que, por primera vez, los plazos medios de pago en el transporte bajaron a los 58 días de media, en noviembre han vuelto a subir a los 60 días, según el observatorio de la morosidad que elabora mensualmente Fenadismer y la Fundación Quijote para el Transporte. La ley marca que el plazo máximo de pago en cualquier sector debe de ser de 60 días máximo. Además, en el sector concreto del transporte, desde 2021 las empresas que lo sobrepasen pueden ser multadas con hasta 30.000 euros.
Gracias a esta ley de morosidad en el transporte y a la persecución que ha realizado el ministerio en los últimos años, los plazos medios de pago han ido bajando, aunque el descenso no es regular. Así, en este último mes de noviembre, las empresas cargadoras e intermediarias que han incumplido la legislación han representado algo más de la mitad (en concreto el 53% del total), cuando en octubre fueron solo el 50%.
Eso sí, el 83% de los clientes del transporte que han sobrepasado los 60 días en pagar lo hacen por poco; tardan en pagar entre 60 y 90 días. Además, en el lado opuesto ya solo hay un 3% de empresas incumplidoras que pagan a más de 120 días. El año pasado un 12% de las empresas incumplidoras de la ley de morosidad tardaban más de 120 días en pagar.
Rebajar a 30 días
La Unión Europea trabaja desde hace meses en aprobar un reglamento de lucha contra la morosidad en cualquier sector con el objetivo de reforzar la vigente regulación para proteger mejor a las pymes y mejorar la puntualidad en los pagos. Entre otros aspectos, la nueva norma rebajaría de 60 a 30 días el tiempo máximo para pagar.