En muchos casos los directivos de las empresas olvidan gestionar y cuidar los aspectos económicos y financieros. En consecuencia, estas empresas son menos eficientes de lo que podrían llegar a ser. Trataremos de analizarlo en este artículo. A veces los resultados son tan buenos que ocultan ineficiencias, impidiendo que puedan llegar a ser aun mejores. También hay personas que se jactan de no haber ido al médico desde hace años, o de hacer trampas estando a dieta los tres días antes del pinchazo para una analítica. Allá cada uno y suerte para todos.

Nuestro sector del transporte es, por otro lado, tan competitivo, que nos obliga si cabe a ser más cuidadosos con la eficiencia y el destino de los recursos, lo que requiere un análisis fiable. Me dirijo a quienes están preocupados por la salud económica de su empresa, pero que generalmente porque no la entienden, así de sencillo. Siguiendo con el símil, si nos duele algo o estamos fatigados puede que sea de muchas cosas, tenemos y padecemos los síntomas, nadie nos puede decir lo contrario, pero… ¡acudimos a un especialista!

Los gestores de empresa o de negocios, en general, no tienen por qué ser especialistas, ni en marketing ni en economía. Se les presume tener unas competencias, pero no es necesario que sean un buen contable o economista. No obstante, en mi opinión, sí que tienen que estar comprometidos con la marcha económica del negocio y entender esta faceta de modo general.

Estamos hartos de oír expresiones como “no me cuadra la caja con lo que dicen que he ganado” o “no entiendo estos números del balance”, o “me da miedo incrementar mi flota porque no sé calcular unas buenas previsiones” o, lo que es peor, “no sé lo que puede valer mi empresa”. Hasta aquí correcto, pero… ¿por qué no preguntas o te dejas ayudar? Sí, ayudar, por alguien con conocimientos, que fuera capaz de explicártelo todo de modo que tú, gerente o propietario, lo entendieras, alguien que te sirva para poder consultar aquello que siempre te “daba corte decir que no lo entendías”. En un contexto de extrema confianza y fiabilidad.

Mi consejo es doble: por un lado, el empresario, o gerente, o CEO, debe estar involucrado en la marcha económica de la empresa. Y, además, debe dejarse ayudar por un experto que tenga, entre otras cualidades, la de hacer entender la materia, con palabras y expresiones que sean comprensibles.

Generalmente, el gerente no debería de limitarse a que “esto me lo lleva fulano”, siendo fulano alguien de dentro o una gestoría externalizada. Además, hay que reconocer que los informes estándar de los programas contables dejan mucho que desear para poder ser comprendidos por alguien profano. Los aspectos legales de contabilidad, registro e impuestos deben ser cumplimentados, pero eso es sólo la base que se da por hecho, un primer paso higiénico.

Además de esto, deberíamos llevar a cabo una gestión que ayudara a tomar decisiones correctas, que optimice los recursos, basada en información que nos aporte auténtico valor añadido, que nos dé una idea de lo que se puede invertir, lo que valemos, etc. Eso sí, con absoluta confianza, fiabilidad y seguridad. Por todo ello os invito a que os dejéis ayudar por alguien que os cubra esa necesidad y que os lo pueda explicar todo en términos entendibles.

Más adelante, en otros artículos, trataremos de dar unas pequeñas y muy breves explicaciones -tipo “píldoras”- sobre aspectos concretos. Es obvio que por contexto y espacio serán solamente unas pequeñas pinceladas. Yo os invito a que sigáis estas líneas, y que eso os provoque una reflexión para abordar los aspectos económicos de vuestras empresas con naturalidad, sin temor, con ayuda discreta, útil y fiable. Y todo lo que hemos señalado es aplicable en el sector donde operamos, y sea cual sea nuestra posición dentro de la cadena de valor.