Volvo FH 460 I-Save Globetrotter “Save” y ahorra (y III)
Nuestra unidad ahorra en combustible, pero no escatima en soluciones y detalles de calidad.
De hecho ha conseguido la mejor tarjeta de consumo en las pruebas que hemos llevado a cabo en 2021, con un empate técnico con el Scania 540 S que probamos en junio, es decir, el remozado FH con su actualizado I-Save también marca tendencia en el apartado del consumo de combustible.
Antes de explicar en qué otros campos marca tendencia este FH, no quiero dejar pasar por alto un detalle. En la actualidad Volvo Trucks es el único fabricante que ofrece tres mecánicas con un mismo caballaje y sobre una misma bancada, aunque con notables diferencias.
Nos estamos refiriendo al G13C460, al D13K460 y al D13K460TC. El primero de ellos funciona con gas natural licuado como combustible principal sazonado con un 7% de gasóleo (aproximadamente). El segundo es el conocido y acreditado 460 sin Turbo Compound, y el tercero el “nuestro”.
El comportamiento en ruta de los dos primeros es bastante similar, porque aunque el motor de metano consigue su potencia máxima a un régimen superior, y la zona de par máximo es ligeramente más reducida y empieza a 1.050 rpm (150 revoluciones más alto), su valor es el mismo, 2.300 Nm, y el rendimiento como digo muy parejo si elegimos correctamente el desarrollo del grupo.
Sin embargo, cuando el seis cilindros cuenta con el concurso del Turbo Compount, el cigüeñal recibe 300 Nm adicionales que marcan la diferencia en las subidas, especialmente si los solicitamos desde el modo power.
Volviendo a las “tendencias” que dejamos pendientes, este FH es referente absoluto en lo tocante a su dirección dinámica. Fue el primer fabricante en introducir esta tecnología en un vehículo pesado, y ha hecho bueno aquello de que quien da primero da dos veces. Ya disponen todas las marcas reputadas de asistencia eléctrica en la dirección, pero el grado de configuración en los ajustes de dureza que ofrece Volvo en sus FH (y FH16, FM y FMX) no ha sido aún superado (ni alcanzado) por nadie.
Quiere marcarla (sigo con las tendencias) con una nueva idea en el apartado de frenos. La unidad de pruebas contaba con el VEB+, el conocido y eficiente freno motor que con sus 380 kW (510 cv) sigue siendo uno de los más eficientes del mercado en su segmento, pero careciendo de retarder, se queda corto cuando los declives del asfalto son tan largos y pronunciados como frecuentes.
La idea: con el control de crucero activo, y la velocidad de descenso programada, la electrónica se encarga de retener el camión con el freno de servicio (actúa sobre las pinzas de freno). He dicho retener y no frenar, porque no se trata del “pisotón” que ejecuta un profesional para reducir la velocidad significativamente, sino de evitar que se rebase la velocidad establecida.
Lo mejor de esta novedad es que se puede desactivar si no nos convence. Si en nuestra ruta habitual el freno motor es suficiente para afrontar los descensos con seguridad, y tan solo necesita “un par de apoyos” puntuales de los discos, puede ser una buena opción. Pero si eres novato y en tu viaje hay más toboganes que en el parque de atracciones, mejor no hacer uso de esta ayuda para evitar sorpresas, aunque eso sí, si los frenos se calientan, la electrónica los desconecta y un testigo en el cuadro te avisará de la situación (se supone).
Otro apartado en el que los FH y FH16 han sido referencia en los últimos años es en el de los retrovisores, y vista la tendencia generalizada hacia las cámaras, Volvo los jubilará como los mejores del mercado.
La tecnología también ha llegado para el nuevo cuadro de instrumentos, que con una docena de pulgadas ofrece configuración a la carta, gracias a su digitalización. Puede tener el apoyo de una pantalla táctil de nueve ubicada en la consola central, y en conjunto ofrecen una buena cantidad de información presentada de manera clara e intuitiva.
El refinamiento de esta gama lo encontramos en detalles como el diseño de la nueva “palanca de cambios”, en los particulares grupos ópticos delanteros, en las redondeadas aristas de la cabina o incluso en el alargamiento de la puerta que cubre por completo el segundo escalón y el meticuloso sellado de todas y cada una de las ranuras que el viento encontraba en su antecesor. El FH 460 I-Save Globetrotter tiene su propia regla de las “tres C”: calidad, clase y consumo.
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