España teme una regulación dura al transporte de animales vivos
"Si Europa no exporta a terceros países perderá población rural y ese mercado se lo quedarán países que respetan menos el bienestar animal". Es una de las advertencias de Pedro Martínez, gerente de la Asociación Nacional de Transporte de Animales.
Bruselas quiere aprobar este año un nuevo Reglamento para el transporte de animales vivos que supondría una drástica limitación de las líneas comerciales entre países miembros y prácticamente la prohibición de este tipo de viajes entre ciertos países europeos, según alertan los transportistas. Las instituciones europeas tienen sobre la mesa un informe de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) con propuestas muy restrictivas: prohibir que los animales viajen más de 21 horas en total -a excepción de los animales para genética-; reducir hasta un 40% la densidad actual del transporte de animales; prohibir el transporte cuando la temperatura exterior supere los 30 grados; o incluso impedir el transporte a terceros países por buque.
Pedro Martínez, gerente de la Asociación Nacional de Transporte de Animales (ANTA) advierte que esto supondría la práctica prohibición de transportar animales vivos entre ciertos países, ya que es difícil que el viaje por carretera dure menos de 21 horas entre España y el resto de países europeos. Solo la zona francesa colindante con España y Portugal no se verían limitadas por las 21 horas. Además, critica la fiabilidad del informe: "En este propio documento, la EFSA reconoce que no hay suficientes estudios científicos en los que se pueda basar y dictamina que hay que aumentar los estudios científicos en esta materia".
Esta falta de evidencias científicas es también lo que llevó a Portugal a enviar una carta al Consejo de la Unión Europea -firmada por otras ocho delegaciones, incluida la española. Los países firmantes se abren a modificar la legislación actual para proteger el bienestar animal, pero "basándose en los mejores conocimientos científicos disponibles". Los ministros de Agricultura de estos Estados se enfrentaron la semana pasada con los países centroeuropeos, los más restrictivos con el transporte de animales, en un Consejo en el que no se concluyó una postura común.
La Comisión ANIT, constituida en junio de 2020 para investigar las distintas incidencias en el transporte de animales vivos, dictaminó la conveniencia de transportar canales -es decir, el animal sacrificado- en lugar de animales vivos para acabar así con este sector. Otro punto en el que hizo especial hincapié fue la prohibición total del transporte de animales vivos a países extracomunitarios, argumentando que no se puede garantizar su bienestar. Para Pedro Martínez esto sería contraproducente: "Si nosotros no exportamos a terceros países, nuestra cuota de mercado se lo van a quedar países como Brasil, Argentina, Australia o incluso Estados Unidos. Países mucho más flexibles en materia de bienestar animal, por no decir que en algunos el bienestar animal es casi inexistente". También señala que se reduciría el número de animales en Europa y, por tanto, la población rural que vive de ellos.
La reducción de la densidad es otra de las medidas que tiene la Comisión sobre la mesa y que Pedro Martínez entiende que sería perjudicial para los animales, porque "reducir tanto el espacio es peligroso. Tan peligroso es aumentar la capacidad como reducirla mucho". Explica que si tienen poco espacio, incrementa la temperatura del habitáculo y reducen su bienestar, "pero si tienen demasiado puede haber caídas y lesiones dentro del contenedor". La reducción de capacidad que propone la EFSA sería de casi un 25% en el transporte porcino, un 36% en el bovino y más de un 40% en el ovino y caprino, según sus propios cálculos.
La temperatura del habitáculo es, precisamente, otro de los problemas. Países como Holanda o Alemania no permiten el transporte de animales cuando se prevea que en el viaje se vayan a superar los 30 grados de temperatura exterior. La legislación que propone EFSA es todavía más rígida para algunos animales. Para Martínez, debe haber un margen como la del actual Reglamento, de cinco grados y "sobre todo, medirse la temperatura en donde viajan los animales".
Limitación del viaje
De todas las medidas que se planten, quizás la más restrictiva para España y el resto de países periféricos sería la prohibición de viajar más de 21 horas. Actualmente, además de haber algunas horas más de margen, se permite que el camión que transporta animales vivos haga una parada de 24 horas en los puntos habilitados para ello, para después continuar su marcha reiniciando el ciclo de horas de viaje. Con todas las versiones propuestas por la EFSA, estas paradas quedarían suprimidas a excepción de los animales destinados para genética y en ningún caso se podrían transportar los animales más de 21 horas.
"Traemos un montón de ganado bovino desde Francia. El que va por la zona de París hasta el centro de España tarda más de 21 horas", ejemplifica Pedro Martínez. El gerente de ANTA es capaz de nombrar muchos más casos de transporte de animales que con la nueva regulación quedarían prohibidos, porque viajan incluso de más lejos: "1,7 millones de lechones de Países Bajos al año, de Dinamarca también se traen miles lechones. Ganado bovino de República Chaca, de Alemania, de Austria. Exportamos animales a Italia...".
La Comisión Europea quiere que la nueva legislación de transporte de animales esté lista este año, algo que Martínez ve difícil de lograr, porque cree que todavía hay que hacer muchos estudios sobre este sector. Además, a juzgar por las diferencias de criterios entre países y lo mucho que hay en juego, no será fácil lograr un consenso.
Novedades destacadas
También te puede interesar