La Unión Internacional de Transporte por Carretera (IRU) pide a la Unión Europea que apoye el desarrollo de tres tipos de combustibles para los vehículos pesados: pilas de combustible de hidrógeno, batería eléctrica y combustibles neutros en carbono en motores de combustión (como por ejemplo algunos ecocombustibles). Para la asociación son las tres tecnologías que harán posible cumplir con los objetivos de descarbonización que se ha impuesto Bruselas.

La IRU fija así su nueva posición sobre los estándares de CO2 en el transporte por carretera. Lo hace después de celebrar este miércoles su conferencia anual sobre la UE, en el que analizaron el plan Fit for 55, que espera rebajar el 55% de las emisiones de CO2 para 2030. 

La conferencia reunió a cientos de responsables europeos, líderes en movilidad y logística, y representantes de la industria y organizaciones no gubernamentales para debatir sobre cuestiones cruciales en el camino a seguir para el plan Fit for 55. Un primer panel debatió la preparación de la UE para implementar la infraestructura necesaria para el combustible alternativo. El segundo panel analizó la necesidad de dar incentivos para apoyar la transición de la industria, con especial atención a los impuestos.

Peso del transporte

Raluca Marian, directora del área de la UE en IRU, subraya el peso del transporte por carretera en estos planes: “La descarbonización del transporte sin el segmento de carretera es inconcebible. Sin embargo, el éxito depende de la disponibilidad de vehículos de combustibles alternativos y de energía eléctrica y nuevos combustibles, como el hidrógeno y los combustibles neutros en carbono.

“La revisión de los estándares de CO2 de la UE para vehículos pesados puede impulsar los esfuerzos de descarbonización siempre que envíe las señales correctas al mercado”, destaca Marian.