La relación entre transportistas y cargadores es siempre motivo de análisis porque a partir de esta realidad se interpretan con más precisión muchos de los fenómenos que definen al siempre convulso sector español del transporte de mercancías por carretera. 

El año 2022 quedará marcado para siempre en la historia del transporte de mercancías por carretera en España por dos hitos fundamentales: el paro del transporte registrado en marzo y la casi infinita sucesión de nuevas normativas para intentar por parte de la Administración encauzar muchas de las problemáticas que han venido provocando a lo largo de los años airadas protestas por parte de los transportistas en su relación con sus clientes, los cargadores. 

Llegaron así normativas como la prohibición de la carga y descarga por los conductores, la modificación de las indemnización por paralizaciones o la cláusula por incremento del precio del combustible, allá por marzo del año pasado, el mismo mes que se aprobó, en pleno conflicto sectorial, la ayuda de 20 céntimos en el combustible para todos los consumidores y de la que hoy disfrutan en exclusiva los transportistas. En junio se modificó la fórmula de actualización del precio del transporte en función del precio del combustible y se prorrogó la ayuda del gasóleo, mientras que en agosto llegaron modificaciones de calado relacionadas con la carta de porte.

El colectivo de cargadores, encarnados en el Foro celebrado hoy en Madrid por la organización Aecoc, no ha dejado de criticar la excesiva atención de la Administración a los transportistas frente al ninguneo que sufren ellos, que no han podido participar en las negociaciones que llevaron a la puesta en marcha de muchos cambios normativos que les afectan directamente.

En este contexto ha tenido lugar la intervención de Eugenio Vila, presidente del Grupo de Trabajo de Transporte en Aecoc y responsable de Transporte en Henkel, que no ha dudado ni un segundo en comenzar diciendo que "el tema de las cargas y descargas es un tema solucionado", en clara alusión a la referencia llevada a cabo a primera hora de la mañana por Carmelo González, presidente del Comité Nacional del Transporte, sobre que no todos los cargadores están cumpliendo con esta normativa.

Más incisivo ha sido aún Eugenio Vila cuando se ha referido a la influencia del coste del combustible en la totalidad de los costes de los transportistas: "Si los salarios están subiendo (y están subiendo), el resto de partidas de costes del transporte bajan proporcionalmente, así que el gasóleo ya no es el 40% de los costes para un transportista. Si queremos hacer las cosas bien, vamos a hacerlas bien", ha llegado a decir el representante de Aecoc. 

Más allá de la subida de otras partidas de costes diferentes al gasóleo, empezando por los costes laborales, la realidad es que los transportistas afrontan un precio del gasóleo inferior al de hace un año. Y es que según el indicador de la Confederación Española de Transporte de Mercancías, en febrero de 2022 el precio del litro de gasóleo era de 147,08 céntimos por litro, mientras que en febrero de 2023, tras aplicar la ayuda de 20 céntimos todavía vigente, el precio es de 142,26 céntimos por litro.

"SE TIENE QUE ACABAR EL NO POR EL NO EN LAS 44 T"

Tampoco se ha mordido la lengua Eugenio Vila al referencia al polémico asunto de las modificación de pesos y dimensiones, que forma parte de los acuerdos entre Gobierno y transportistas pero que sigue sin cerrarse muy cerca ya de finalizar el mes de marzo y habiendo superado una vez más todas las previsiones para su aprobación definitiva.

En este punto, Eugenio Vila ha acusado al sector del transporte de estar instalado en la postura del "no por el no" y ha dicho que "se tiene que acabar" este planteamiento. Es más, ha llegado a criticar que mientras los transportistas españoles permanecen anclados en el "no por el no" en España al mismo tiempo están haciendo transporte de cabotaje en otros países de Europa sin tener que afrontar nuevas inversiones para ese tipo de transporte.