Sector | Los eurodiputados de la comisión de Medioambiente quieren endurecer la prohibición de emisiones a camiones

Con 48 votos a favor, 36 en contra y una abstención han aprobado un texto con objetivos más restrictivos que los propuestos por la Comisión Europea. El pleno de la eurocámara votará en noviembre se posición y negociara el texto final del Reglamento con el Consejo de la UE.

Una vez aprobada esta Directiva, cada país tiene un máximo de dos años para publicarla.
Envi no quiere exenciones en el tipo de camiones que tienen que cumplir los recortes de emisiones.

La comisión de Medioambiente del Parlamento Europeo (conocida por su acrónimo en inglés, Envi) persigue hacer más restrictivo el futuro Reglamento que limitará las emisiones de CO2 a camiones y autobuses. Además, busca que el Reglamento se aplique a todo tipo de camiones. La propuesta inicial de la Comisión Europea -presentada en febrero- contemplaba una reducción del 90% de las emisiones de estos vehículos pesados para 2040 en comparación con las del año 2019. La propuesta de Envi, aprobada por 48 votos a favor, 36 en contra y una abstención, tiene ese mismo objetivo final, pero endurece los objetivos intermedios. Envi pretende que se fijen en un recorte del 45% de las emisiones para el periodo 2030-2034, y el 70% para 2035-2039 (frente al 65% propuesto por la Comisión).

Bas Eickhout, eurodiputado: "Queremos ampliar el ámbito de aplicación de las normas a los camiones pequeños y medianos y a los vehículos profesionales [como los camiones de basura]"

Justo hace una semana, el Consejo de la UE fijaba su propuesta sobre este Reglamento, en un texto muy similar al de la propuesta original de la Comisión Europea. El Consejo acordaba dejar exentos de estos objetivos a algunos camiones, como los de recogida de basura, protección civil, atención médica o vehículos pesados agrícolas, pero los eurodiputados de Envi quieren que se incluya en el Reglamento a todos los camiones, sin importar sus dimensiones y su actividad profesional

El pleno del Parlamento Europeo tiene que votar su posición común respecto al Reglamento, algo que previsiblemente ocurrirá en noviembre. Posteriormente, Parlamento y Consejo acordarán el texto final del Reglamento. Cabe recordar que otra comisión del Parlamento, la de Transporte y Turismo (conocida por su acrónimo en inglés, Tran) también fijó su postura respecto al Reglamento y, al contrario que Envi, pactó un texto con medidas más laxas que las propuestas por la Comisión Europea. En el pleno del Europarlamento de noviembre se verá si prevalece la visión de Envi o de Tran.

Transportistas y fabricantes, en contra 

El eurodiputado de los Verdes Bas Eickhout, ponente de este texto, ha defendido este martes que "la transición hacia camiones y autobuses de emisiones cero no solo es clave para cumplir los objetivos climáticos, sino también un motor crucial para un aire más limpio. Eickhout defiende que esta propuesta es un claro incentivo para invertir en electrificación e hidrógeno: "Nos basamos en la propuesta de la Comisión, pero con más ambición. Queremos ampliar el ámbito de aplicación de las normas a los camiones pequeños y medianos y a los vehículos profesionales y estamos adaptando varios objetivos y parámetros para ponernos al día con la realidad, ya que la transición está avanzando más rápido de lo esperado".

La asociación europea de fabricantes de vehículos ACEA no ha tardado en reaccionar en contra de la propuesta de Envi. Su directora general, Sigrid de Vries, opina que "sin condiciones propicias, los fabricantes tendrán dificultades para cumplir los objetivos y enfrentarán sanciones".

IRU, organización internacional del transporte por carretera, ha asegurado después de conocer la votación que "establecer objetivos poco realistas obstaculizará las posibilidades de Europa de hacer realidad el Pacto Verde". Así se ha expresado su directora para cuestiones de legislación de la UE, Raluca Marian: "Si las normas finales siguen las propuestas del Consejo y de Envi, la UE pasará por alto medidas viables para reducir las emisiones de CO2 y establecerá objetivos fuera de alcance que los operadores de transporte probablemente dudarían en tomar en serio".

Antes de la votación de este martes, los transportistas europeos representados por UETE (Unión Europea de Transportistas por Carretera) pedían una mayor flexibilidad y opciones a la industria, "permitiendo que todas las energías válidas y respetuosas con el clima puedan ser utilizadas para acelerar la reducción general de emisiones".

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