La Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU) ha transmitido al comisario europeo de Transporte Sostenible, Apostolos Tzitzikostas, que los operadores de flotas necesitan incentivos, no obligaciones en su camino a la descarbonización. Los transportistas a los que representa IRU están especialmente preocupados por la posibilidad de que la Comisión Europea les obligue a contar con un número mínimo de camiones de cero emisiones, es decir, eléctricos. Es la medida que proponían los fabricantes de vehículos.
Los transportistas esquivaron momentáneamente esta amenaza en marzo, cuando la Comisión presentó el plan de acción para la industria automotriz y un documento sobre la descarbonización de las flotas corporativas, pero el Ejecutivo comunitario avisó en ese segundo documento que "estudiará todas las opciones políticas para aumentar la adopción de vehículos de emisiones cero" y presentará nuevas medidas a finales de este año.
En su diálogo con el comisario Tzitzikostas, el presidente de IRU, Radu Dinescu, le ha transmitido: "Seré muy claro. Rechazamos la idea de mandatos de compra obligatorios, ya sean directos o indirectos, para cualquier tipo de vehículo o segmento de flota. La UE debería dotar a los operadores de transporte por carretera de herramientas, no de imposiciones, y crear un mercado donde las opciones limpias sean viables".
Esa "viabilidad", para IRU, se consigue facilitando una infraestructura que acelerar la implementación de estaciones de carga de megavatios que permitan cargar camiones eléctricos en los tiempos de descaso. En este sentido, los transportistas quieren que el próximo paquete normativo de la Comisión incluya objetivos nacionales vinculantes para las actualizaciones de la red eléctrica. Además de eso, piden apoyo financiero para que las pymes del transporte –con un importante peso en países como España– puedan comprar camiones eléctricos. También insisten en el concepto de neutralidad tecnológica: "Apoyar una combinación de soluciones de cero emisiones, que incluyan electricidad, pero también combustibles renovables (que se utilizan en motores de explosión, pero son de nulas o bajas emisiones), para reflejar las diversas necesidades operativas del sector".