Gabachos
Por Manuel Perezcarro Martín, secretario general de Froet.
El término gabacho es un adjetivo despectivo que, entre otros significados, se refiere a la persona nacida en Francia.
Aunque ya se utilizaba antes, tuvo especial predicamento durante la Guerra de la Independencia cuando los ejércitos de Napoleón invadieron España con la intención de que su hermano, José Bonaparte, accediese al trono de nuestra nación. Ya sabemos cómo terminó aquello; es lo que pasa cuando a un español le tocan las narices.
Los agricultores franceses, periódicamente, desahogan su frustración y sus problemas bloqueando carreteras y destruyendo las mercancías producidas en España, ya sean productos hortofrutícolas, vino o carne, transportados en nuestros camiones.
Oiga, si la cosa fuese un hecho aislado, podríamos dejarlo pasar; pero no, estos hechos son reiterados y cada vez de mayor gravedad.
Lo ocurrido con el bloqueo generalizado de todas las carreteras, atrapando miles de camiones durante varios días, volcando nuestras mercancías ante la pasividad bochornosa de los gendarmes durante la acción de los piquetes, que todos hemos podido ver, es absolutamente intolerable.
Los daños ocasionados son difíciles de evaluar, no solo hay que tener en cuenta la mercancía destruida, cuya pérdida no suelen cubrir las compañías de seguros cuando se trata de actos vandálicos, sino el coste del transporte, los problemas derivados por retrasos en la entrega, la pérdida de viajes de retorno, paralizaciones, etc.
Otra historia es la reclamación de estos daños al Estado francés, que puede resumirse con el título de una película: Misión imposible. Que nos conste, en contadas ocasiones se ha cobrado por un transportista español los daños susceptibles de reclamar al Estado francés por este tipo de actos, lo que supone un procedimiento complicado y caro.
A tener en cuenta también, el sufrimiento que supone para un conductor enfrentarse a una situación de este tipo donde puede peligrar incluso su integridad física. Esto si que no tiene compensación alguna.
Y, a todo esto ¿qué es lo que hace nuestro Gobierno aparte de trasladar una queja? ¿Qué es lo que hace la Comisión Europea ante la vulneración de uno de los derechos fundamentales del Tratado como es la libre circulación de personas y bienes por todo el territorio de la Unión?
En alguna ocasión, se ha sancionado al Estado Francés con una multa, pero, por lo que se ve, no ha debido ser lo suficientemente coercitiva, porque estas conductas se reiteran periódicamente.
Y ¿qué es lo que hace el Gobierno Francés? Esto si lo tengo claro, NADA. Peor aún, los presidentes de la República, en otras ocasiones, han posado para la foto con los piquetes para demostrar que, en el fondo, están con los agricultores.
¡Vaya merde!
Puede que las reivindicaciones de los agricultores franceses sean razonables. Puede incluso que lleven toda la razón para protestar. Pero, verter su descontento y su furia con los transportistas y mercancías españolas, no es admisible.
No habría que esperar la reacción de Bruselas. El Gobierno francés debería actuar con todo el peso de la ley contra los responsables de estos desmanes. Mientras no sean estos los que, directamente, paguen las consecuencias de sus actos, seguiremos sufriendo las actitudes de los gabachos.